El positivo resultado de la evaluación a la banca marca el fin de la crisis financiera en la región, aseguró ayer el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem. "Definitivamente pienso que la crisis de la banca ha quedado atrás", declaró la autoridad.
El Banco Central Europeo sometió a 130 de las mayores instituciones financieras de la región a una prueba de esfuerzo y una revisión de la calidad de sus activos, en preparación para el momento en que asumirá como el supervisor principal del sector, el 4 de noviembre.
Del total de entidades, 25 fallaron el examen a sus balances, con los mayores déficit en Italia. La prueba del BCE encontró un saldo negativo total de 25 mil millones de euros (US$ 32 mil millones), pero como las cuentas analizadas llegaban hasta diciembre de 2013, la mayor parte de esta cifra ya estaría cubierta por medidas aplicadas por los bancos durante este año.
Italia, el peor de la clase
El mercado nacional peor evaluado fue Italia, donde nueve instituciones fallaron la revisión, encabezadas por Banca Monte dei Paschi, el tercer banco del país, que registró una brecha de 2.100 millones de euros.
De los nueve bancos que no calificaron, cuatro aún están en una situación negativa a pesar de las medidas aplicadas en 2014, con una brecha combinada de 3.300 millones de euros. De todos modos, los bancos que fallaron la prueba tienen nueve meses para fortalecer sus cuentas y Monte dei Paschi anunció ayer que ya contrató a UBS y Citigroup para explorar opciones para reforzar su balance.
Ninguno de los grandes bancos de Alemania, Francia y España fue reprobado.
En cuanto al detalle de las cuentas, el BCE dijo que los bancos van a tener que corregir a la baja la valorización de sus activos en 48 mil millones de euros, tomando en consideración la recalificación de 136 mil millones de euros adicionales de préstamos como cartera vencida. El total de préstamos incobrables en la banca de la región quedó así estimado en 879 mil millones.
Escenario de recesión
Junto con la evaluación de los balances, el examen incluyó una prueba de esfuerzo ante condiciones simuladas de recesión. Ante este escenario, los bancos de la región sufrirían una caída de 263 mil millones de euros en su capital de Tier 1, equivalente a cuatro puntos porcentuales. El ratio CET1 medio, una medida clave de la fortaleza financiera, caería así de 12,4% a 8,3%.
Aquí también los bancos italianos fueron los más castigados, con un golpe a su capital de 35.500 millones de euros, seguidos por los franceses con 30.800 millones, mientras que los alemanes perderían sólo 27 mil millones. Algunos analistas, sin embargo, estimaron que el escenario considerado fue demasiado benigno, porque no incluyó el impacto de la deflación en la región.