El rublo ruso sufrió ayer su peor caída desde la crisis de 1998, año en que la deuda local entró en default, y se hundió a mínimos históricos frente al dólar, pese a la agresiva alza de la tasa de interés de referencia con la que el banco central sorprendió a los mercados en la madrugada del martes.
El incremento de la tasa de referencia de 10,5% a 17%, la mayor en 16 en años, tuvo un efecto positivo en las primeras horas de la jornada. Sin embargo, la moneda borró rápidamente un avance de 11% y se desplomó a un récord de 80 unidades por dólar. Sólo hacia el final de las operaciones recuperó parte del terreno perdido, luego de que el ministro de Economía, Alexei Ulyukayev, negara que el gobierno se esté preparando para aplicar controles de capital, en un esfuerzo por disuadir a los rusos de seguir acaparando dólares.
Las firmas de inversión, sin embargo, siguen apostando a que la gobernadora del banco central, Elvira Nabiullina, tendrá que recurrir a controles de capital, a medida que se está quedando sin opciones para revivir la moneda, golpeada por la caída en paralelo del precio del petróleo y las sanciones internacionales impuestas a raíz de la crisis de Crimea.
El rublo ha caído 54% este año, a pesar del aumento de 11,5 puntos porcentuales en las tasas de interés desde la anexión de la península en marzo y las intervenciones de la autoridad monetaria en el mercado por más de US$ 80 mil millones.
"Hace un año no habríamos podido imaginar lo que está pasando ni en nuestras peores pesadillas", dijo en una conferencia de prensa en Moscú, el vice gobernador del banco central, Sergey Shvetsov.
"No tengo palabras", comentó a Bloomberg el estratega de mercados emergentes en OTCex Group, Jean-David Haddad. "Fue un fracaso para el banco central. Rusia podría tener que anunciar controles de capital hoy. Esa es la última solución".
Medidas desesperadas
Para el estratega de divisas de Rabobank International, Piotr Matys, la drástica alza de los tipos hará más daño que bien a la economía y consideró que no busca evitar la recesión, sino la escalada en la agitación financiera causada por la precipitada caída del rublo. El emisor también está luchando por contener los avances de la inflación, que se encuentra en un máximo de tres años, de 9%, y que erosiona aún más el valor a la divisa.
Para los expertos, sin embargo, se trata de un círculo vicioso. Las subidas de las tasas "afectan negativamente el crecimiento económico y (eso a su vez) hace que el rublo se desplome", afirmó el ex viceministro de Economía ruso, Andrei Klepach. "El banco central debe dar liquidez a largo plazo no conectada con la tasa de referencia para resolver el problema del crecimiento".
Por su parte, el economista jefe de Renaissance Capital, Oleg Kouzmin, asegura que "es importante realizar intervenciones masivas. El rublo volverá a sus mínimos si el mercado no ve intervenciones". Para el experto "será un shock para el sistema bancario y la economía si la tasa no se reduce en un mes".
El banco central inyectará US$ 70 mil millones para contrarrestar la crisis, según una encuesta realizada por Bloomberg entre 18 expertos.
Pero tampoco las intervenciones en el mercado cambiario podrían ser la respuesta. "Si un incremento de la tasa de esta magnitud, ese trago de medicina amarga, no ayuda al rublo, entonces las intervenciones no ayudarán tampoco", consideró Artem Roschin, del banco Aljba Alliance en Moscú. "No tiene sentido gastar las reservas".
Las intervenciones están drenando las reservas internacionales. Desde que la OPEP mantuvo su meta de producción haciendo caer los precios del petróleo, Moscú ha gastado más de US$ 6 mil millones defendiendo el rublo y las reservas ya se encuentran en un mínimo de cinco años, de US$ 416 mil millones.
PIMCO golpeado
Entre los más golpeados se encuentra el fondo de bonos emergentes de PIMCO, el mayor gestor del mundo, que ha visto una caída de 7,9% en el último mes.