Los estadounidenses acudieron ayer a las urnas en las elecciones parlamentarias de mitad de período, en la que los republicanos se encaminaban a aumentar su mayoría en la Cámara de Representantes y a recuperar el control del Senado, complicando los dos últimos años de la presidencia de Barack Obama.
La carrera para triunfar en los comicios, donde se eligieron 36 senadores, 36 gobernadores y los 435 miembros de la Cámara de Representantes, fue reñida.
Los republicanos necesitaban sólo seis escaños para quedarse con el control de la Cámara Alta, compuesta por 100 miembros, lo que no ocurre desde las elecciones de 2006.
La Casa Blanca intentó distanciarse de los comicios y desestimar las posibilidades de fuertes cambios en la estrategia de la administración Obama tras las elecciones, pero lo más probable es que el presidente se vea forzado a aplicar ajustes en su equipo, para poder negociar mejor con el Congreso y no sufrir un "pato cojo", como se denomina un mandato sin capacidad de fijar la agenda legislativa, en el final de su período.
Un sondeo de Reuters/Ipsos mostró que un 75% de quienes respondieron creen que el gobierno de Obama necesita "repensar" cómo abordar los temas más importantes que enfrenta actualmente EEUU.
Un 64%, en tanto, afirmó que Obama debería reemplazar a algunos de sus asesores más importantes tras las elecciones legislativas.
Obama no programó ningún evento para la jornada de ayer, en un intento por mantener un bajo perfil. Mantuvo reuniones a puerta cerrada con el equipo de respuesta ante el ébola y la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde. Tampoco tenía eventos programados para hoy, cuando se espera que se sigan recopilando resultados en algunos estados.
Carrera reñida
Uno de los primeros estados en cerrar sus votaciones fue Georgia, considerado como uno de los lugares donde se libraría una batalla clave.
En la apuesta por reemplazar al retirado senador republicano Saxby Chambliss se enfrentaron la demócrata Michelle Nunn (hija del ex senador Sam Nunn) y el republicano David Perdua, quien se impuso y evitó así la esperada segunda vuelta.
En Kentucky, otro de los estados clave, mantuvo su puesto el actual líder de la minoría en el Senado, el republicano Mitch McConnell, quien se impuso a Alison Lundergan Grimes por una amplia ventaja.
En Virginia Occidental se impuso la candidata republicana Shelley Moore Capito ante la demóctrata Natalie Tennant, en la carrera por reemplazar al senador en retiro demócrata Jay Rockefeller, convirtiéndose en el primer estado donde los republicanos lograron quitar un puesto al partido gobernante.
En Virginia, en tanto, se habría impuesto el candidato republicano Ed Gillespi ante el senador demócrata Mark Warner, lo que otorgó otro escaño nuevo a la oposición.
Déficit comercial del país sube a mayor nivel en cuatro meses
Mientras los electores se dirigían a las urnas, la mayor economía del planeta dio ayer una señal preocupante. La menor demanda global por bienes y servicios golpeó duramente al comercio exterior de EEUU, cuyo déficit se amplió en septiembre al máximo de cuatro meses.
El Departamento de Comercio informó que la brecha se elevó 7,6% a US$ 43 mil millones, el monto más alto desde mayo, terminando con cuatro meses de caídas. Descontando la inflación, el saldo negativo se incrementó de US$ 48.200 millones a US$ 50.800 millones. Este es el dato que se usa para calcular el PIB.
La cifra se explica por el descenso de 1,5% en las exportaciones desde el máximo de US$ 198.600 millones a US$ 195.600, el nivel más bajo desde abril. El declive fue amplio e incluyó combustible, equipamiento empresarial, vehículos y sus partes y bienes de consumo.
En tanto, las importaciones llegaron a US$ 238.600 millones, el mismo monto que en agosto.
"Dado el ambiente global y que EEUU está mucho más adelantado, uno puede esperar que el déficit comercial se agrande y que no sea algo positivo para la expansión en el cuarto trimestre", comentó a Bloomberg Stuart Hoffman, economista jefe de PNC Financial Services.
Según el experto, esto no es "un presagio de menor crecimiento, sólo un cambio en la composición hacia más demanda doméstica".
Impacto en el PIB
El déficit fue mayor a la proyección que ocupó dicha agencia para la primera estimación del PIB del tercer trimestre, que creció de 3,5% anualizado con las exportaciones netas añadiendo 1,3 punto porcentual. Los economistas de Barclays, Macroeconomic Advisers y Capital Economics creen que el mayor déficit recortará la lectura a 3%.