Luego de oponerse con fuerza a un alza en el gasto para alentar a la economía alemana y a sus pares de la zona euro, la canciller Angela Merkel cedió finalmente a las presiones ayer, cuando el ministro de Finanzas Wolfgang Schäuble anunció que desembolsarán 10 mil millones de euros (US$ 12.389 millones) más que lo planeado en inversión pública desde 2016.
"Le propondré al gabinete que distribuyamos medios adicionales para la inversión pública del orden de 10 mil millones de euros" entre 2016 y 2018, manifestó Schäuble.
La autoridad aseguró que la canciller aprobó la propuesta y que los detalles se discutirán durante el diseño del presupuesto de 2016. El objetivo es contribuir al compromiso del presidente de la Comisión Europea Jean-Claude Juncker de crear un programa de inversión por 300 mil millones de euros.
El ministro adelantó que el monto se enfocará en la investigación y educación, la infraestructura de transporte y el fortalecimiento de las finanzas de las autoridades locales para apoyar la inversión en construcción.
Según Schäuble, el gobierno ha creado un margen de maniobra que le permite implementar este gasto y al mismo tiempo mantener su estricta disciplina fiscal. De hecho, subrayó que el desembolso extra no impactará los planes de alcanzar un presupuesto federal equilibrado en 2015, el primero en 45 años.
"Nos estamos apegando a lo que acordamos y lo que prometimos" en esta materia, afirmó ante los miembros del Parlamento al presentar los pronósticos de ingresos públicos.
Buen recibimiento
El anuncio fue aplaudido por diversos sectores. Ulrich Grillo, presidente de la Confederación de la Industria de Alemania, declaró que "es acertado que el gobierno quiera usar el margen que tiene para impulsar las inversiones".
Michael Knipper, gerente de la Federación de la Industria de la Construcción, también celebró la iniciativa.