G7 respalda fijar un tope al precio del petróleo ruso para limitar ingresos
EE.UU. y sus aliados han debatido sobre la mejor manera de sancionar a Rusia después de que su invasión sacudiera los mercados energéticos y disparara los precios del crudo.
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El Grupo de los Siete países más industrializados dijo que planea implementar un tope de precios para las compras globales de petróleo ruso, una medida que Estados Unidos espera que alivie las presiones del mercado energético y reduzca los ingresos generales de Moscú.
“Confirmamos nuestra intención política conjunta de ultimar y aplicar una prohibición completa de los servicios que permiten el transporte marítimo de crudo y productos petrolíferos de origen ruso a nivel mundial”, dijeron los ministros de finanzas del G7 en una declaración conjunta. “La prestación de tales servicios solo se permitiría si el petróleo y los productos petrolíferos se adquieren a un precio o por debajo de él (“el tope de precios”), determinado por la amplia coalición de países que se adhieran y apliquen el tope de precios”.
El plan del G7, que es parte de los esfuerzos más amplios para castigar a Rusia por su invasión militar de Ucrania, permitiría a los compradores de petróleo ruso por debajo de un precio tope seguir obteniendo servicios cruciales como el financiamiento y los seguros para los buques petroleros.
Los precios del petróleo redujeron levemente sus alzas tras conocerse la noticia de que el G7 estaba cerca de un acuerdo, mientras los operadores se planteaban la probabilidad de que se imponga un régimen de este tipo y el impacto que podría tener.
Para implementar un tope, los diplomáticos tendrán que convencer a los países miembros de la Unión Europea de modificar su sexta ronda de sanciones contra Rusia por la invasión de Ucrania, y eso aún puede resultar difícil. Ese paquete, que prohíbe la compra de petróleo ruso a partir del 5 de diciembre, incluía una prohibición del uso por parte de terceros países de las empresas del bloque para servicios financieros y de seguros relacionados con el petróleo.
Sin embargo, no está claro el grado de efectividad de un régimen de tope de precios, sobre todo porque algunos de los principales compradores de Rusia no han aceptado adherirse a él. India es reacia a adherirse formalmente a un régimen de tope de precios, ya que a su industria le preocupa que pueda perder frente a otros compradores la oportunidad de adquirir crudo ruso con descuento, según personas familiarizadas con las opiniones de las empresas indias.
El subsecretario del Tesoro estadounidense, Wally Adeyemo, visitó India el mes pasado, donde dijo que la coalición para poner un tope de precios al petróleo ruso se ha ampliado y que varios países se han unido, aunque no quiso identificarlo.
“Se tendrán que tomar medidas bastante amplias para garantizar que las empresas no encuentren formas de eludir los topes de precios”, dijo Richard Watts, director gerente del asesor de comercio de productos básicos de Ginebra HR Maritime. “Este fue el desafío en el plan de alimentos por petróleo de Irak en la década de 1990. La pregunta es ¿cómo controla esto el G7?”.
Tampoco será fácil obtener el pleno respaldo de la UE. Hungría, que ha mantenido relaciones más estrechas con Rusia, retrasó durante semanas el acuerdo sobre el paquete de sanciones original mientras el bloque intentaba llegar a un acuerdo sobre el sector energético ruso. Budapest ha señalado que se opondrá a cualquier tope en el precio del petróleo, lo que supone otra lucha política potencialmente incómoda.
Rusia dijo el viernes que no venderá petróleo a naciones que impongan un tope al precio de su petróleo. “Simplemente no interactuaremos con ellos sobre dichos principios no comerciales”, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, a los periodistas en una conferencia telefónica, y agregó que el petróleo ruso encontrará mercados alternativos.
EE.UU. y sus aliados han debatido sobre la mejor manera de sancionar a Rusia después de que su invasión sacudiera los mercados energéticos y disparara los precios del crudo. El G7, que también incluye a Alemania, Reino Unido, Francia, Italia, Japón y Canadá, se comprometió a principios de este año a frenar la dependencia de la energía rusa, incluso “eliminando o prohibiendo la importación de petróleo ruso”.