En el mundo de los negocios ven en el sistema político la mayor dificultad para lograr acuerdos sobre reformas

Con junio llegaron renovados aires desde el Gobierno para avanzar hacia consensos que permitan destrabar las principales reformas que le importan: tributaria y la de pensiones. Primero, la cuenta pública fue el marco para que el Presidente Gabriel Boric hiciera distintos llamados en ese sentido; y la semana pasada, el mandatario activó reuniones con líderes empresariales en la misma línea.

Pero el camino, como ha sido la tónica, no parece fácil. Lo que sí es evidente, según el panel de negocios que incluye el informe sobre confianza económica y empresarial que hace mes a mes Deloitte-Cadem, es que habría una dificultad principal para llegar a acuerdos: el sistema político.

Una incapacidad en esa dimensión es, a juicio de un alto porcentaje de sus 60 integrantes -representativos de distintas industrias importantes del país-, lo que estaría frenando las distintas reformas estructurales, incluida también la de salud.

Este factor, se estima, sería más gravitante en el caso de los cambios relativos a pensiones, según el 81% de los panelistas. A distancia, un 36% lo adjudica a las diferencias al interior del mismo Gobierno; y un 32% a la incapacidad de ministros/a responsables y sus equipos.

Con porcentajes menos categóricos, un diagnóstico similar se da en lo referido a la reforma de la salud.

En materia tributaria, a diferencia de las anteriores reformas mencionadas, se lleva el segundo lugar el rol de los secretarios de Estado encargados y sus equipos.

En cuarto lugar, un 24% de los panelistas estima que la situación económica es un factor que dificulta lograr acuerdos en el terreno impositivo.

Como contraparte, la medición muestra que en el mundo de los negocios se ve a los cuadros técnicos como quienes han demostrado apertura al diálogo, planteando ideas viables para avanzar en las reformas.

En lo tributario y pensiones, secundan los gremios empresariales; mientras que, en salud, se considera un aliado a los partidos de oposición.

El sector privado, como tal, no aparece ni como una dificultad ni una ayuda destacada en los distintos procesos.

El contexto

“No sorprende ese resultado, porque desde hace un tiempo observamos una dificultad crónica en el sistema político para llegar a acuerdos significativos en temas importantes como la reforma tributaria, salud y pensiones, que lleva 15 años estancada”, sostiene el gerente general de Cadem, Roberto Izikson.

Y frente a este escenario, considera relevante que el debate constitucional logre ordenar el sistema político y alinear un sistema electoral que favorezca la gobernabilidad y mayorías más estables en el tiempo. “Un Gobierno con apoyo minoritario y un Parlamento fragmentado es una mala combinación. Hay que generar las condiciones para que se pueda aprobar el plebiscito de salida y tener una constitución que permita recuperar el sueño de ser un país desarrollado”, señala.

Clic en la esquina inferior derecha del interactivo para ver a pantalla completa:

El socio líder de industria consumo en Deloitte, Miguel Pochat, advierte además que la falta de acuerdos políticos puede agravar el contexto actual, donde -como lo muestra el Índice de Confianza Económica de mayo- un 62% de la opinión pública evalúa la situación del país como mala/muy mala, mientras que un 72% les da los mismos calificativos al escenario del empleo.

En el caso del panel de negocios, estos porcentajes también son altos y llegan a 55% y 77%, respectivamente.

Ante esto, el ejecutivo sostiene que “las empresas podrían abogar por un diálogo abierto y constructivo entre los distintos actores, resaltando la importancia de llegar a acuerdos para mejorar la situación económica y brindar estabilidad al país”.

En cuanto a las expectativas económicas a futuro, un 53% del panel de opinión pública cree que la situación económica empeorará en los próximos seis meses, mientras que un 55% considera que la situación del empleo también empeorará en ese período. Además, un 60% opina que la situación de los consumidores empeorará en el período.

“Estas cifras reflejan la falta de confianza en la dirección que tomará la economía y el impacto que puede tener en el consumo”, precisa Pochat.