“Yo no creé Apple para hacerme millonario, soñaba con democratizar la informática personal. Pocos creyeron en nosotros al principio. Hay quien nos dijo ¿para qué va a querer la gente un computador en su casa? Hewlett-Packard (HP), la empresa para la que yo trabajaba, rechazó mi idea hasta en cinco ocasiones, pues por aquel entonces se dedicaba exclusivamente a desarrollar tecnología de carácter profesional. Es por ello que, junto con Steve Jobs, me decidí a crear una nueva compañía”. Son los inicios de Apple relatados en primera persona por su cofundador, Steve Wozniak, en una entrevista exclusiva con Expansión.
“Aún hoy, Apple es una de las pocas compañías en el mundo capaces de reinventar mercados; de crear productos verdaderamente disruptivos y sorprendentes”, afirma.
El ingeniero visitó España recientemente, con motivo de un encuentro organizado por Accenture. Wozniak, en la actualidad retirado, se dedica a impartir conferencias, en las que comparte su experiencia durante los nueve años en los que trabajó en Apple, así como su perspectiva de cómo la innovación va más allá de la tecnología: “es una manera diferente de ver y hacer las cosas. Hay mucha gente creativa en el mundo, pero sólo unos pocos capaces de romper moldes. La diferencia es que los primeros inspiran sus creaciones en cosas que han visto o en artículos que han leído, mientras que los segundos son capaces de crear algo de la nada”, expone.
“Apple no inventó los smartphones ni las tablets, pero supo reinventarlos, replantear su misma esencia y crear productos diferentes a los que existían hasta entonces”, continúa.
Para Wozniak, es responsabilidad de los ejecutivos identificar a los “disruptores” entre su plantilla y dotarles de un espacio de libertad donde puedan desplegar su genio. “Estos ejecutivos deberán posteriormente seleccionar aquellas nuevas ideas que puedan tener cabida en el mercado. No siempre consistirán en un producto radicalmente diferente, pero sí quizás en una nueva manera de diseñarlos, que pueda alterar la experiencia de uso”, propone.
“A las grandes empresas les gustan los mercados estables, con bajos riesgos. Son muy buenas implementando algo ya existente, pero no tanto reinventando. Eso es porque algunas innovaciones pueden tardar diez o quince años hasta que llega su oportunidad; pero cuando lo hace, dota a la empresa propietaria de una tremenda ventaja competitiva”.
Google ha perdido frescura
“Steve Jobs solía decir que uno puede crear productos que cubran necesidades que el cliente ni siquiera sabe que tiene. Pero esta regla no es infalible. Para que se cumpla, aquello que desarrolles tiene que tener una utilidad real y fácilmente identificable. Asimismo, debe existir un mercado inmediato y de gran tamaño. Los smartwatches, al menos tal y como están planteados por ahora, no aportan nada verdaderamente útil. No funcionan de forma autónoma, sino que necesitan que haya un smartphone cerca”, afirma.
Por este mismo motivo, opina que “los Google Glass son un concepto interesante, pero aún necesitan avanzar en utilidad; de lo contrario, no creo que lleguen a convertirse en un producto masivo”.
En opinión de Woz (como lo llaman sus amigos y seguidores), Google “ha perdido esa frescura que tenía los primeros años. Ha dejado de escuchar al cliente”. Y se justifica: “las grandes compañías tecnológicas están constantemente lanzando nuevas soluciones; unas gustan más y otras menos, y los usuarios te lo hacen saber a través de múltiples canales. Apple, aún hoy, trata de seguir las indicaciones de los usuarios y cuando se retracta de algo, lo hace diciendo Hemos escuchado a nuestros clientes y decidido reincorporar tal aplicación. En cambio, Google hizo oídos sordos ante las quejas tras la supresión de una funcionalidad de Google Maps que era verdaderamente apreciada”.
Según Wozniak, “en la actualidad, el mayor factor diferencial de Apple sobre sus competidores reside en el soporte a los usuarios”. Y sentencia: “los clientes no siempre saben lo que quieren, pero sí saben lo que no quieren”.
"Android es un buen producto"
El próximo gran boom tecnológico "no lo protagonizarán los smartwatches, ni los Google Glass, ni probablemente las impresoras 3D", afirma Steve Wozniak. "¿Para qué necesitamos todos imprimir objetos de plástico en casa? Con que exista una máquina de este tipo en una tienda cercana, la necesidad estaría cubierta", explica.
En su opinión, "es en la inteligencia artificial donde está el mayor potencial. Algún día, dentro de varios años aún, las máquinas tendrán sentimientos. Vamos por el buen camino. Siri (el sistema de reconocimiento de voz de Apple) ya es capaz de entender tu pregunta y emitir una respuesta. Eso requiere un desarrollo muy complejo, pues las personas no siempre usamos las mismas palabras para expresar una misma idea".
"Siri, y la inteligencia artificial en general, pueden cambiar por completo lo que entendemos por electrónica de consumo. La tecnología se está humanizando, primero con la introducción del tacto –las pantallas táctiles– y, cada vez más, con la voz".
"Me considero un seguidor de Apple", reconoce, "pero no un fanático de la marca. Creo que es bueno saber reconocer los errores cuando se cometen y conocer otras tecnologías disponibles ahí fuera, algunas de ellas muy buenas. Un applemaníaco es un fanático de la marca, no ve más allá", comenta.
Wozniak, de hecho, no duda en calificar Android (el sistema operativo móvil de Google) como "un buen producto; me gusta mucho". Evita, en cambio, hacer referencias a otros sistemas, como BlackBerry 10 o Windows Phone, del que sólo apunta que "Microsoft es fuerte en el terreno de la productividad".