El debate sobre la regulación del espectro no es algo nuevo en el mundo y tampoco en Chile. Ya un informe de la Subtel de 2013, proponía un esquema alternativo orientado a la competencia y al uso eficiente de este recurso visto como conjunto, para favorecer a los agentes que más lo valoran. Un objetivo similar al que tiene el regulador actual.
Sin embargo, más allá de las intenciones, con la experiencia internacional en esta materia hay visiones que coinciden en la necesidad de contar, al momento de la implementación, con una política clara que explicite sus objetivos.
Lo anterior, para prevenir que se produzcan casos como los detallados en el informe de la OCDE Secondary Markets for Spectrum: Policy Issues (citado por la Fiscalía Nacional Económica en su solicitud al Tribunal de Defensa de la Libre Competencia para que se dicte un marco legal que regule este mercado), que muestra las principales preocupaciones que podrían obstaculizar el desarrollo exitoso del mercado secundario. Así, se refiere a la baja actividad de comercialización en la práctica, el uso ineficiente del espectro, los altos costos de transacción de este bien, el riesgo de aumento de interferencias, el impacto del comercio del espectro en conductas anticompetitivas, la disminución en la capacidad para lograr objetivos de interés público, entre otros”.
Ante este panorama, el consultor especialista en telecomunicaciones Roberto Gurovich, explicó que “cuando se habla de mercado secundario (de espectro) es porque el Estado tiende a pensar que el recurso no es tan escaso y no necesita participar en su administración, entregándosela a los privados para que muevan ese negocio entre ellos”.
Y agregó que “si (como empresa de telecomunicaciones) tienes más espectro, puedes aliviar la tensión sobre la inversión y administrar mejor lo que tienes. Entonces yo podría decir -por ejemplo- ‘en la zona de Providencia-Las Condes le arriendo espectro a una determinada compañía y monto menos redes propias’, aliviando la red y permitiendo una administración más estratégica”, señala Gurovich.
En tanto, el director del Centro de Investigación Científica del Departamento de Industrias de la Universidad Federico Santa María, Roberto Muñoz agregó que “hablar de mercado secundario de espectro en Chile es un error, nos falta mucho”.
El académico señaló que para crear un mercado secundario hay que separar la concesión de servicio público del espectro, como una licencia o permiso de uso y después que eso se pueda transar en un mercado secundario, pero sigue siendo una licencia acotada”.
No obstante, destacó la iniciativa del regulador de hacer “que el espectro que estaba en manos de una empresa que tenía permisos para dar servicios digitales avanzados no quede inutilizado y eso es bueno”, concluyó.