Compañías advierten que proyecto que eleva exigencias a las emisiones radioeléctricas afectará el desarrollo 5G

Cerca de 133 observaciones hizo la industria de telecomunicaciones al anteproyecto del Ministerio de Medio Ambiente, el cual busca aumentar la exigencia en la emisión de radiofrecuencia electromagnética. En enero, el Gobierno propuso un nuevo estándar que, de concretarse, será el más riguroso del mundo, ya que elevará en diez veces la exigencia de los actuales cálculos de medición de potencia.

La iniciativa establece que la densidad de potencia en espacios públicos -como calles, avenidas, luminarias- sea de 10 microwatts por centímetro cuadrado, versus los 100 microwatts vigentes. En tanto, en lugares sensibles -como jardines infantiles, asilos u hospitales- pasará de 10 microwatts a 5,8 microwatts.

El objetivo del Ministerio de Medio Ambiente con este cambio es evitar los efectos de los campos electromagnéticos de las antenas sobre las personas.

Sin embargo, en las observaciones del anteproyecto la industria criticó esta postura, ya que aún no habría evidencia “empírica” del posible efecto dañino sobre la salud de las personas. “Asegurar que la creciente exposición a campos electromagnéticos ha generado preocupación por los efectos que puedan tener en la salud de las personas, carece de argumentación sólida toda vez que hasta el día de hoy no hay evidencia que lo avale. De hecho, existen sustentos de que no han sido perjudiciales para la salud”, indicó WOM en sus declaraciones en el anteproyecto.

Un golpe al 5G

Durante dos meses, los operadores nacionales analizaron los posibles efectos de la entrada en vigencia de esta norma, cuyo consenso fue transversal: poner un techo tan bajo en la densidad de potencia afectará los servicios, sobre todo a la tecnología 5G que requiere altos niveles de frecuencia para funcionar.

Entel explicó en el marco de la consulta que: “el presente anteproyecto, bajo los parámetros propuestos, pondría en riesgo el despliegue de infraestructura futura de telecomunicaciones, toda vez que lleva los valores de densidad de potencia incluso por debajo de los rangos promedios de los países OCDE”.

A lo anterior, también manifestó que la capacidad de usar sitios existentes para nuevas estaciones base y antenas 5G se verá “severamente limitada”. Esto, interferirá especialmente con el plan del Gobierno de triplicar la capilaridad de torres, cuya cuota actual ronda las 20 mil antenas a lo largo del país.

“Al reducir los niveles de potencia implica que se necesitan más sitios para obtener la cobertura y la calidad de servicio necesarias. Esto, a su vez, resultará en un mayor costo, mayor consumo de energía y un mayor impacto visual en los barrios de las personas”, estimó la operadora controlada por las familias Hurtado y Matte.

Una opinión similar emitió WOM, operadora que está invirtiendo en el despliegue más grande de antenas en Chile, con 5.000 sitios de Arica a Tierra del Fuego. A su parecer, la aplicación de los límites propuestos “parece prematuro a la luz de la implementación de nuevas tecnologías móviles y la creciente adopción de servicios de telecomunicaciones. Es un hecho que la adopción de nuevas tecnologías demanda nuevos despliegues de antenas, en línea con el aumento de la demanda de estos servicios a lo largo de todo el país”, argumentó.

Por su parte, ClaroVTR apuntó que no hay “evidencia empírica” que avale la disminución drástica en los límites de densidad de potencia. A lo anterior, añade que el anteproyecto no delimita adecuadamente las facultades de fiscalización y sanciones por parte del Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) y la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel), pudiendo existir duplicidad en el envío de información a dos entidades distintas que podrían evaluar el cumplimiento bajo estándares diferentes.

Debate por daño a la salud

Respecto a los efectos nocivos sobre la salud de las personas, las firmas también negaron la existencia de evidencia concreta.

Entel expuso que, según un estudio y recomendaciones de la Comisión Internacional de Protección de Radiación No Ionizante (ICNIRP, por su sigla en inglés), la tecnología 5G no emite mayor exposición electromagnética, sino que sus efectos son similares al 3G y 4G, generaciones tecnológicas que hace 20 años están presentes en el país. “El agente cancerígeno está relacionado con el uso intensivo del móvil, lo que depende exclusivamente del usuario y no de si está o no en área general o sensible”, sostuvo Entel.

Además, WOM explicó que fijar límites “sin un sustento claro” va en contra de recomendaciones de organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), que sugieren la adopción de los umbrales propuestos por el ICNIRP. “La OMS advierte que establecer límites más restrictivos que los internacionales podría incrementar la preocupación de la sociedad por un fenómeno que no se ha probado al público”, sostuvo la compañía.