Senador Juan Luis Castro y ley corta de isapres: “Gobierno debe pedir una prórroga a la entrada en vigencia del fallo a la Corte Suprema”

“Esto ha sido similar a un parto prolongado, doloroso, lento y, hasta ahora, bastante traumático. Y tal como en los embarazos, no conviene dar a luz tardíamente, ya que todo tiene su tiempo”. Con esta analogía, el senador Juan Luis Castro -presidente de la Comisión de Salud de la Cámara Alta- grafica su percepción de lo que ha sido la elaboración de la propuesta de ley corta de isapres, que no obstante iniciar su análisis al interior del Gobierno a fines del año pasado, en definitiva su envío al Congreso quedó fijado para la segunda semana de este mes, a solo días de que se cumpla el plazo de seis meses que estableció la Corte Suprema para que el Ejecutivo concrete el mandato de su fallo por tabla de factores.  

- En su calidad de presidente de la Comisión de Salud del Senado, ¿cómo recibe la nueva fecha de envío de la ley corta de isapres?

- Hemos esperado mucho tiempo. Tenemos cierta ansiedad, porque hay un plazo establecido para el inicio de la vigencia del fallo el 30 de mayo, vencimiento establecido por la justicia que se tiene que cumplir, y hubiera esperado que el proyecto ingresara antes para iniciar un trámite con velocidad, porque hay incertidumbre en los usuarios y en el mercado. Muchas veces se dice que el Congreso retrasa las leyes, que es burocrático, y aquí es al revés: estamos ansiosos de recibir la ley y el Gobierno la tiene todavía en sus manos.

- ¿Cuál es la causa de este nuevo aplazamiento?

- No entiendo exactamente las razones de esta nueva postergación. Aquí no hay una responsabilidad sectorial, ya que me consta que la ministra Aguilera ha hecho todo lo que está a su alcance. Entonces, sería bueno saber qué pasó en el seno del Gobierno.

- ¿Qué consecuencias tendrá para el trámite legislativo de la ley que se envíe a poco más de dos de semanas del plazo instruido por la Suprema para hacer cumplir el fallo por tabla de factores?

-Tengo claro que si el proyecto ingresa con posterioridad al 7 de mayo, obligatoriamente el Ejecutivo tiene que pedir una prórroga a la entrada en vigencia del fallo a la Corte Suprema. Es imposible hacer una tramitación express sin la profundidad que requiere hacer ajustes que den viabilidad financiera a las isapres, determinar los 600 mil contratos afectos a las devoluciones y atender el modo de atención de Fonasa. Esto requiere un tiempo mínimo y yo habría esperado que estuviese resuelto en marzo o luego en abril, pero no en mayo.

- ¿Qué tan contra el tiempo está el sistema?

- Espero que sea el último aplazamiento, porque este es un tema muy complejo, ya que si caen las isapres, caen clínicas después en un efecto cascada, que además va a arrastrar a casi cinco millones de personas de Fonasa que se atienden en los prestadores privados; por lo tanto, este es un factor muy sensible. Además, las isapres deben $ 600 mil millones a las clínicas, por lo cual las aseguradoras no son un factor aislado. Eso es lo que me preocupa y espero que lleguemos a tiempo y ojalá se tomen todas las providencias para que no haya más demoras.

-De acuerdo a lo que conoce del proyecto en lo relativo al cumplimiento del fallo de la Corte Suprema ¿cuáles son ejes de la propuesta?

-Hay básicamente hay dos temáticas en el ámbito de aplicación del fallo -que es retroactivo a abril de 2020- que tienen sus propias variables para que esto opere de manera adecuada. Hay que distinguir la obligación, o sea cuánto es el total de dinero a restituir, un punto clave para las isapres que dice relación con cuánto amerita la devolución y la rebaja los precios una vez que se determinen desde el Ejecutivo sobre la base del fallo judicial. Y el segundo capítulo es de qué manera y en qué tiempo se devuelve el dinero.

- ¿Cuál es la última información que recibieron del  diseño del proyecto?

-En la última fórmula hasta la semana pasada, la noción era que el fallo se aplicaba a más de 600 mil contratos, universo que significaba más o menos –considerando que cada contrato tiene tres personas-, a casi dos millones de afiliados. Y eso significaba una obligación de aproximadamente un billón de pesos. De acuerdo a lo que se informó oficialmente a  la Comisión de Salud hasta hace seis días atrás, la devolución seria en un plazo de un año y medio. Pero ignoro los cambios de última hora que se estarían aplicando al texto.

-En las sesiones por la ley corta de isapres en la Comisión de Salud, los senadores de oposición insistieron en la necesidad de separar de éste las propuestas para fortalecer el Fonasa, pero finalmente sigue siendo un eje fundamental del proyecto. ¿Cómo lo evalúa?

-Nosotros habíamos abierto  distintas opciones. Pero hace una semana se nos dijo que el Gobierno prefería que fuera todo en un solo texto, con capítulos distintos pero en un solo proyecto. Y lo aceptamos y lo entendemos, y ya veremos en el detalle cómo se va discutiendo cada materia en particular, pero más allá de si es junto o separado, lo importante es que se envíe.

El rol de Elizalde: “creo que su aporte va a ser clave en este tema”

-Existen versiones de que dentro del Gobierno hay quienes piensan que se puede considerar cumplido el mandato del fallo con el mero hecho de enviar el proyecto a trámite. ¿es viable una visión así?

-No lo veo así. Este congreso no es un buzón donde se depositan proyectos para después olvidarlos, y el Gobierno tiene el deber de dar continuidad a la aprobación del mensaje, hay una corresponsabilidad entre el Ejecutivo y legislativo. Aquí se trata de sacar adelante el proceso para que las isapres logren tener viabilidad financiera, hagan cumplir el fallo a las personas y le demos estabilidad al sistema. Ese es un compromiso país que debe cumplirse por todos los actores.

-El hecho de que el ahora exsenador Alvaro Elizalde ahora es el ministro Secretario General de la Presidencia, ¿puede ser un factor a favor del avance de la próxima discusión de la ley corta?

-Tenemos muchas expectativas de Elizalde como ministro. Obviamente, está empezando y se tiene que hacer cargo de muchas cosas, pero es un factor de estabilidad, de sensatez, que al Gobierno le hace falta, y yo creo que su aporte va a ser clave en éste y muchos otros temas. No tengo ninguna duda que él va a tener una gran responsabilidad –que por supuesto no es la única-, sobre todo porque es el embajador del Gobierno ante el Congreso, donde estamos en minoría, y por lo tanto es más cuesta arriba. Pero él tiene capacidad para eso,  más sobre la base de su historia política.