Tras dos años complejos para la industria aeronáutica, producto del Covid-19 y sus variantes, las empresas del sector han puesto su foco en la esperada recuperación para 2022. Sin embargo, el efecto ómicron y la invasión rusa a Ucrania están colocando más presión.
A propósito de la Conferencia Industrial de JPMorgan, en la que este jueves participarán reconocidas compañías de distintos sectores, la principal aerolínea de Estados Unidos, American Airlines, ajustó su guía financiera y operativa para el primer trimestre de este año.
La compañía espera ahora que sus ingresos totales entre enero y marzo disminuyan aproximadamente un 17% respecto del mismo período de 2019, lo que se traduce en una mejora frente a la proyección previa en la que estimaba una caída de entre 20% y 22%.
Sin embargo, reconoce el impacto que está teniendo la invasión rusa en Ucrania, que ha llevado a los precios del crudo a subir "significativamente". "Como resultado, la compañía ha experimentado un aumento en el precio del combustible para aviones", dijo en un documento presentado ante la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, su sigla en inglés).
En consecuencia, dice, "espera pagar un promedio de entre US$ 2,73 y US$ 2,78 por galón de combustible para aviones total (impuestos incluidos) en el primer trimestre".
Y agrega que, a la fecha, la firma "no tiene contratos de cobertura de combustible vigentes para cubrir su consumo de combustible. Como tal, y suponiendo que no realice ninguna transacción futura para cubrir su consumo de combustible, la compañía continuará completamente expuesta a las fluctuaciones en los precios del combustible para aviones".
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En este sentido, y en línea con lo que otras empresas del sector han estado informando, American Airlines estima que su capacidad entre enero y marzo caerá entre un 10% y un 12% (respecto de niveles prepandemia) en comparación con la proyección previa de una reducción del 8% al 10%.
"Se espera que el costo total por milla de asiento disponible (CASM) del primer trimestre, excluyendo el combustible y los artículos especiales netos, aumente aproximadamente entre un 11% y un 13% en comparación con la guía anterior de la compañía, de un aumento de aproximadamente entre un 8% y un 10%. Este aumento en CASM, excluyendo combustible y elementos especiales netos, se debe principalmente a una capacidad inferior a la planificada y costos asociados con dos eventos climáticos invernales en Dallas/Fort Worth".
Aun así, la firma dice que espera que la mejora en los ingresos compense con creces los aumentos en combustible y otros gastos en el trimestre. Actualmente, proyecta finalizar el primer trimestre con una liquidez total disponible de más de US$ 15 mil millones, compuesta de efectivo e inversiones sin restricciones y capacidad no utilizada bajo líneas de crédito renovables.