Por Francisca Orellana L.
“Tenemos una relación muy fluida con las empresas, lo que tenemos que recuperar ahora son las confianzas”. Así de claro es el nuevo vicerrector de Investigación y Desarrollo (I+D) de la Universidad de Chile, Flavio Salazar, quien asumió hace poco menos de un mes como parte de la nueva administración del rector Ennio Vivaldi.
Y es que su diagnóstico es claro: la universidad, una de las más importantes del país, se ha quedado atrás y está en deuda con la innovación y su impacto en la sociedad. En su historia no se ha creado ningún spin off (empresas surgidas a partir de investigadores), sólo ha licenciado una tecnología (vacuna para la inmunocastración de mamíferos), y registra 185 solicitudes internacionales de patentes. Hace poco menos de dos años se crearon nuevas normativas, se impulsó y reforzó la dirección de Innovación de la vicerrectoría, no obstante, el impacto fue nulo.
“Faltó voluntad política para hacer los cambios que permitieran la interacción con el sector productivo”, comenta Salazar, agregando que fue víctima de esa indecisión “porque en mi rol de investigador generé tecnología y posibilidades de transferencia, la que se vio frenada por ello, por la no comprensión de las más altas autoridades, principalmente del ex rector (Víctor Pérez) de cómo funciona la innovación. Y que no hay contradicción entre generar conocimiento aplicado y transferirlo a la industria o mercado”, explica el ejecutivo, que también se desempeña como director Alterno del Instituto Milenio en Inmunología e Inmunoterapia, y es creador, junto a la casa de estudios, del consorcio OncoBiomed, especializado en terapia inmonológica contra el cáncer, del cual acaba de salir de la propiedad para evitar conflictos de interés.
Más que un fracaso de la universidad, cree más bien que ha habido una pérdida de oportunidad, la que esperan revertir en el corto plazo. Dice que en la actual administración está la voluntad política para avanzar. “Están las condiciones, está todo dado para que podamos firmar, en los próximos meses , licenciamientos y spin off”, dice.
Más recursos
Además de reactivar la vicerrectoría, el compromiso de la nueva administración es incrementar los recursos propios de la universidad para I+D. Hoy, cuentan con fondos internos por US$ 2 millones al año, que no alcanzan a cubrir todas las necesidades para fortalecer las capacidades. Además, en el mediano plazo, iniciarán la discusión para definir las áreas prioritarias en que deberían enfocar la investigación.