Tutanda es una idea que le surgió a Felipe Parragué cuando trabajaba en México. Allí, presenció que el día de pago, los empleados daban una parte del salario a un administrador, quien le cedía el dinero a una de las personas participantes que lo necesitara.
De esta manera, crearon un software para impulsar este sistema.
Empezaron a operar en diciembre de 2013 en Chile, y en menos de un mes ya funcionaban 80 tandas(grupos). La proliferación es rápida, explica, porque una tanda se inicia en forma gratuita indicando el monto, tiempo y la cantidad de amigos que van a participar.
Desde enero, están en México, donde Venture Institutes les facilitó oficinas y la posibilidad de entrar a su fondo de inversión (Venture Parthners). El objetivo: desarrollar el modelo de negocio en dicho país y abordar una nueva forma de tanda.
“Buscamos hacer supertandas de productos”, dice Parragué. Es decir, un grupo ahorra para comprar un bien (un PC, por ejemplo), y lo adquieren sin pedir un crédito a la casa comercial, que en opinión del creador, pide “intereses abusivos”. Además, pueden acceder al crédito quienes no cumplen con los requisitos que el comercio o la banca exigen. El beneficio para la empresa es absorber el ahorro que los vendedores ofrecen cuando se compra en grandes cantidades. Así, liberan a los ahorradores de pagar comisión.
De momento, se financian a través de una incubadora de negocios que les entregó un capital semilla de
US$ 25.000.
El objetivo final de la firma, admite su fundador, es atraer usuarios, hacerla rentable y luego venderla en un plazo de cuatro años.