Por Francisca Orellana
Una completa reingeniería a sus procesos comenzó hace cinco años Empresas Torre, con el fin de aumentar su productividad, que en 2007 llegaba al 69%. La meta de la firma que elabora productos para oficina y hogar bajo las marcas Torre, Colon y Auca, era crecer un 12% en un plazo de cinco años, pero los cambios desarrollados -que implicaron la compra de nueva tecnología y capacitación de su capital humano-, tuvieron un efecto mayor a lo esperado logrando un incremento de 22% en eficiencia productiva, alcanzando el 91%.
“Esto nos permite ser más competitivos en la industria, ya que no se necesita subir tanto los precios o, eventualmente no subirlos, porque mejoran los márgenes. El mercado local es tremendamente competitivo, lo que hace que se pueda reducir los precios o competir mejor frente a productos de calidad inferior”, comenta Guillermo Correa, gerente general de Torre, firma que en 2011 facturó poco más de US$ 60 millones y está presente en 11 países.
Por otro lado, señala que mejorar la productividad permite acceder con buenas condiciones de precio a los distribuidores en el extranjero.”Y el tipo de cambio bajo también obliga a tener los menores costos posibles”, indica.
Para elevar la productividad invirtieron US$ 16 millones en dotar de nueva tecnología o modernizar diferentes departamentos de la compañía, como el área gráfica, en que se dejó de trabajar con imprentas externas y se internalizó ese servicio; también se hicieron cambios en prensa y pre prensa y encuadernación, entre otras, lo que permitió equipar a la firma con moderna maquinaria.
Por otro lado, se incorporó un sistema de información de control de producción para determinar cuánto produce cada máquina o motivos de falla, “lo que nos permite identificar las paradas no previstas y apuntar a solucionarlas” , señala Correa.
Capital humano
Y en segundo término, se apuntó a la formación de capital humano especializado, bajo el programa deTPM (Mantenimiento Productividad Total), en el cual se eliminaron los cargos de supervisores o mandos medios y se dotó de mayor autonomía a los operarios.
“Aquel que opera la máquina es quien más la conoce, y si lo capacitamos en temas de mantenciones básicas, sus puntos críticos o seguridad, tiene más herramientas para tomar decisiones”, indica el ejecutivo.