El fenómeno del cambio climático, el alto precio del petróleo y el aumento de la demanda de energía, han provocado un creciente debate en torno a las nuevas formas de diversificar la matriz energética.
En Chile existe un recurso abundante, poco explorado y considerado como la energía primaria más antigua de la humanidad: la bioenergía -combustibles de origen biológico y renovable, como el bioetanol, el biodiesel y la biomasa utilizada para generar energía- que acapara cada vez más atención en todo el mundo, debido a que se presenta como una oportunidad para aumentar la seguridad energética de los países, y generar múltiples oportunidades para la agricultura.
En este contexto y con el objetivo de aportar al desarrollo de la bioenergía e incorporarla al sistema energético nacional, nació el primer concurso del Programa de Investigación y Desarrollo (I+D) en Bioenergía del Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondef) de Conicyt, inciativa realizada en conjunto con la Comisión Nacional de Energía (CNE), y que entregó financiamiento por $630 millones a cuatro proyectos de I+D de la Universidad Austral de Chile, Universidad de Concepción y Universidad Mayor.
Para el director ejecutivo de Fondef de Conicyt, Gonzalo Herrera, “el país necesita apoyar la I+D en bioenergía para que esta pueda competir y aumentar su participación en el actual abanico energético chileno. Si bien en materia de bioenergía Brasil es pionero en Latinoamérica con la producción de biocombustible a partir de la caña de azúcar (bioalcohol), hoy estamos incursionando en fuentes que otros países no han hecho. Por ejemplo, el proyecto que tiene que ver con las plantas de las tunas para la producción de biocombustible que, hasta el momento, es único en el mundo”.
El subdirector del Programa de Bioenergía de Fondef de Conicyt, Juan Pablo Vega, explicó que “los proyectos se situaron en tres problemas específicos: generar biomasa, resolver temas de logística y que traten adecuadamente la biomasa para procesos posteriores. Con esto pretendemos concluir en algún producto y/o proceso que sea innovador, que tenga potencial económico y social, y que haga que la industria de la bioenergía sea una realidad en Chile”.
Empresas y bioenergía
El abastecimiento regular de energía limpia y renovable se ha convertido en uno de los mayores desafíos para la industria. Por ello, diversas empresas se han sumado al apoyo del estudio de la bioenergía.
El subgerente de Planificación de Masisa División Forestal, Jaime Sánchez, afirmó que “los estudios de hoy permitirán al país adquirir conocimiento y encontrar alternativas para el manejo de una de las especies principales (pino o eucalitus) de la zona sur del país”.
Para el gerente general de la empresa especialista en habilitación y preparación de suelos y recuperación de biomasa Río Claro Multiservicios, Cristóbal Corral, “el poder contribuir a desarrollar nuevas fuentes de biomasa, es una oportunidad para que más empresas puedan ingresar al mercado de la generación energética como es el caso de los bonos de carbono”.
La importancia en el desarrollo de las investigaciones en bioenergía serán cruciales para cumplir con las nuevas certificaciones en los grandes mecados internacionales.
Así lo indica el socio y gerente de Agrícola Tres Soles, Alfonso Prohens, quien afirma que “esta situación nos han obligado a estar más conscientes. Por ello, hemos estado buscando otro tipo de cultivo alternativo como es el caso de plantar nopal con el fin de obtener biocombustible”.
El jefe de Área de Productividad de Sitio de Forestal Mininco, Oscar Mardones, dijo que con el estudio que apoyan, “se pretende contar con una alternativa viable que serían las plantaciones con objetivos energéticos, pero que no cause una merma y, así, obtener madera que abastezcan a la industria. Es por ello que el establecimiento de plantaciones mixtas pudiesen eventualmente constituirse en una opción que cubra las actuales necesidades”.