Fue hace más de tres décadas, en 1979, cuando la Pontificia Universidad Católica de Chile presentó su primera solicitud de patente. Se trataba de un nuevo proceso para la obtención de acero de la facultad de Ingeniería, la cual dio inicio a un largo camino que hoy la ha llevado a ser reconocida por el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (Inapi) como la entidad académica que más solicitudes de patentes presentó en Chile durante el año 2013.
Es la primera vez que la UC se hace acreedora del primer lugar, habiendo salido tercera en 2012. Y es que el año pasado anotó un récord histórico en la materia, con un total de 18 solicitudes nacionales, casi doblando las que había presentado en el período anterior.
En tanto, en 2013 las solicitudes de patentes extranjeras duplicaron a las nacionales, alcanzando un total de 38 y, en lo que va de este año, ya se han presentado otras cinco.
Para Álvaro Ossa, director de Transferencia y Desarrollo de la UC, este reconocimiento es muy relevante, pues pone de manifiesto “todo el esfuerzo de la universidad para avanzar en esta materia”, y agrega que “cada vez se protege más y eso significa que estamos generando conocimiento de alta calidad. Esto es un reconocimiento a nuestros investigadores y a la calidad de la investigación que estamos haciendo”.
Las herramientas
Según Ossa, dentro de los instrumentos que tiene la universidad para fomentar el patentamiento destaca la inauguración de la “Dirección Transferencia y Desarrollo” este año, la que dentro de sus muchas funciones consideró la incorporación de personas especializadas para ayudar a los investigadores en esta área. A esto se le suma la creación de un fondo anual de más de US$ 160 mil destinado a financiar todos los costos de protección.
Sin embargo, el directivo también comenta que “hemos entendido que las patentes son sólo un medio y no un fin en sí mismas, ya que el objetivo final de la universidad es poder transferir los resultados de las investigaciones que van desarrollando”. Por eso, agrega, que la UC está fortaleciendo el área para seguir trabajando en la materia y llevar los resultados de las investigaciones hacia la transferencia.
“No podemos transferir si no protegemos, y uno de los mecanismos importantes de protección son las patentes”, recalca.