Por Karen Ríos
|
Patrick Lyon, gerente comercial de Lecherias Loncomilla. |
Modernizarse y seguir diferenciándose en el mercado es lo que buscó Lecherías Loncomilla, más conocida en el mercado por su marca de postres helados San Francisco, al invertir el año pasado en el diseño de un nuevo envase para sus productos.
“Este el único envase plástico para alimentos que es biodegradable. Además, sirve para otros usos como almacenar alimentos, pero aún cuando ya se han visto en el mercado, esta vez sumamos que es 100% amigable con el medioambiente, es decir, si se entierra, en cinco años más se desintegra”, dice Patrick Lyon, gerente comercial de Lecherías Loncomilla.
La empresa familiar, que hoy posee un 12% del mercado de helados vendidos en supermercados, promedia una producción anual de 3,5 millones de litros, por lo que espera utilizar la misma cantidad de envases anualmente.
“Esto lo veníamos preparando desde hace tiempo. Todo el trabajo de diseño fue algo así como seis meses (lo desarrollaron junto a una empresa externa) y para el tema del pedido, otros seis meses más”, detalla Lyon.
Desafíos constantes
En la oferta actual de Helados San Francisco existen 21 sabores de postre helados (se han creado 29 sabores pero hay vigentes sólo 21), además de cuatro más de la línea Light y siete en los productos de agua. En todo ellos la empresa introdujo el nuevo envase. “No somos líderes tecnológicos, pero sí estamos incorporándola cada vez que podemos”, confiesa Lyon.
Aún cuando este nuevo insumo resultó ser mucho más caro que el envase que mantuvieron por años en el mercado, el ejecutivo asegura que otorga cierta economía “porque nos ha ayudado a sistematizar un poco más el sistema de envasado, al hacerlo más rápido y con una menor intervención de personas”, dice.
Para este año, la línea de desarrollo en la que está trabajando la compañía, adelanta Lyon, tiene relación con ampliar su oferta.
“En 2010 sólo nos concentramos en crear el envase. Este año, en cambio, estamos pensando en nuevos productos que bien podrían ser sabores o líneas completas”, sostiene.