La Biolatam 2015, la feria biotecnológica más importante de la región celebrada este lunes y martes en nuestro país, saca cuentas positivas: con más de 250 empresas de 20 países presentes, cerca de 400 asistentes y un número similar de reuniones uno a uno, el evento logró su finalidad de ser una gran plataforma de generación de negocios, partnerships y posicionar con mayor fuerza a la industria nacional.
En la cita organizada por la Asociación Española de Bioempresas (Asebio), EBD Group, la Asociación Chilena de Empresas de Biotecnología (Asembio), ProChile, Fundación Imagen de Chile y la marca sectorial Chile Biotech, además del apoyo de Diario Financiero, la subsecretaria de Economía, Katia Trusich, anunció que se está trabajando en un programa de fomento para el sector para que sea una “plataforma habilitante”.
“Desde Corfo y del Ministerio de Economía estamos trabajando en un programa integrado de fomento para la biotecnología, donde tenemos como objetivo que esta disciplina no sólo sea una plataforma de sofisticación y diversificación de nuestra actividad productiva para sectores estratégicos (como minería, alimentos saludables y funcionales, forestal, pesca y acuicultura, y ciencias de la vida), sino que también sea una oportunidad de generar nuevas industrias, emprendimientos y empresas”, señaló.
Sin embargo, desde Asembio sostienen que falta mayor claridad sobre cómo se apoyará a la industria, pues ser una “plataforma habilitante”, una herramienta de apoyo de sectores estratégicos, queda muy dependiente de estos y de su hoja de ruta para su desarrollo.
“Ser considerados una plataforma habilitante no significa nada, porque va a depender del beneficiario lo que ocurra”, alega la gerente general de Asembio, Patricia Dauelsberg, haciendo alusión al programa de Hubs de Transferencia Tecnológica que impulsa actualmente Corfo. “Si una universidad se gana un hub, nadie sabe si nos incorporará”, apunta.
Para la ejecutiva, la biotecnología no ha sido una prioridad para el gobierno, y dice que se ha dejado al sector a la deriva dependiendo de programas no específicos para postular a financiamiento y desarrollarse.
Comenta que hace unos días recibieron “un gran golpe” cuando Corfo les comunicó que no se adjudicaron los fondos para crear un Centro de Extensionismo Tecnológico en Biomedicina, más aún teniendo en cuenta los resultados del primer informe: “Detección de brechas tecnológico-productivas del sector biomédico nacional”-encargado por Asembio y financiado por Corfo- que concluyó que las principales brechas del sector son el acceso a financiamiento, la falta de infraestructura y la escasez de capital humano. “Finalmente éstas no se resolverán”, reflexiona Dauelsberg.
Por lo mismo, el presidente de Asembio, Arturo Covarrubias, pide definir una política pública de largo plazo, que tenga en cuenta que se trata de un sector cuyos desarrollos pueden tardar hasta diez años. “Seguiremos presentando proyectos para obtener financiamiento y crearemos un directorio más transversal a los sectores estratégicos. Creo que eso nos quiere decir el gobierno, al menos por los próximos tres años”, señala.