“Gran parte de la Agenda de Impulso Competitivo (que contempla 60 medidas en total) está cumplida en lo que es su objetivo original que es precisamente hacerla, impulsarla y sortear las dificultades. Pero también tenemos que hacer un seguimiento y tener instrumentos para medir el impacto en la competitividad en cada una de ellas”, indicó el ministro de Economía, Pablo Longueira, al anunciar la creación de una institucionalidad inédita en el país que velará por el cumplimiento, avance y efecto concreto de las distintas iniciativas en los diversos sectores que incluye la agenda.
Para ello, los equipos técnicos de la cartera en conjunto con la Secretaría General de la Presidencia, están estudiando los modelos y legislación existentes en otros países como Nueva Zelanda, Singapur o Estados Unidos, que ya cuentan con experiencia en este tema para diseñar una estructura adecuada. Una vez establecida, esperan enviarla como proyecto de ley antes de fin de año al Congreso.
“Lo que buscamos es hacer algo equivalente a las rendiciones de cuentas que tiene el Banco Central o el Ministerio de Hacienda. El ministro de Economía tiene que rendir una cuenta pública anualmente en el Congreso de cómo avanza la competitividad de Chile. Es algo que debemos introducir como un concepto al desarrollo económico del país”, explicó, agregando que la agenda no sólo implica levantar y lanzar medidas, sino también, que se “implementen y concreten. Queremos cerrar el círculo, que es cuando entren en aplicación”, indicó.
Entre las características que podría contar esta instancia, estaría la realización de informes anuales; especialistas vinculados a la agenda en cada ministerio para que puedan hacerse cargo de las medidas que les atañen, y también elaborar indicadores para que cada iniciativa pase una especie de “test de competitividad”.
“Queremos saber cuál es el impacto que tuvo, cuánto se ahorró en costos, cuánto es el plazo que disminuye”, dijo el ministro durante el seminario Proyecciones Sectoriales e Impulso Competitivo. Un dato no menor, acotó el titular de Economía, ya que la intención es seguir sumando nuevas medidas a las ya existentes. Para ello, se apoyan de una unidad que ayuda a agilizar inversiones donde les permiten descubrir trámites, costos o distintas burocracias que enfrenta el desarrollo empresarial.
De las 50 propuestas iniciales, se han lanzado 41 -según señaló el ministro- y se espera que las nueve restantes se concreten antes de tres meses. Mientras que las diez anunciadas posteriormente, esperan implementarlas antes de que termine el año.
Buen instrumento
Para los diferentes gremios, esta nueva institucionalidad significará un avance importante para finalmente ir concretando la agenda e ir evaluando de manera concreta el desempeño de cada una de ellas. Una de las tareas pendientes, indica el presidente de la CPC, Lorenzo Constans, es ir materializando las diversas iniciativas de la agenda.
De ahí que el presidente de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), Gastón Escala, considere fundamental esta futura institucionalidad. “Sería necesario establecerla porque será de ayuda para todos los sectores del país. Es algo que se va construyendo día a día, por lo que estamos muy de acuerdo”.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Exportadores de Manufacturas (Asexma), Roberto Fantuzzi, señala que la evaluación es importante porque puede mejorar la efectividad de las medidas, pues sin indicadores “no se tiene puesto el termómetro en esta materia”. Algo que comparte Patricio Crespo, titular de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), al señalar que “alguien tiene que observar críticamente el desempeño de los actores públicos, tomando contacto con los productivos para ir detectando que no se vayan produciendo cuellos de botella”, dice.