Por Sebastián Vega Morales
Innumerables factores permiten un salto cualitativo y cuantitativo de un país para alcanzar el desarrollo. En una menor escala, el crecimiento productivo de una zona en específico también entrega luces de cómo puede comportarse la economía de esa nación. Y en ese sentido, la región del Biobío es digna de análisis por el aporte de sus principales actividades económicas y su contribución porcentual al PIB de nuestro país: 1% sobre un total de 6% en 2011, la segunda región que más aportó tras la Región Metropolitana (2,9%).
El impacto del terremoto ocurrido en 2010 y su incidencia real, han mantenido ocupados a los expertos con indicadores que muestran con relativa nitidez el actual estado de la competitividad e innovación en ese lugar. Por ejemplo, el Índice de Competitividad Regional (Icore), desarrollado por el Centro de Estudios en Economía y Negocios de la Universidad del Desarrollo, revela que la región ocupaba el quinto lugar en el ranking nacional de regiones más competitivas, sin embargo, en 2010 cae cuatro puestos hasta alcanzar la novena posición.
Otro indicador es el desembolso en Actividades de Innovación ejecutado como porcentaje del gasto en actividades de innovación nacional en I+D. De 10,5% en 2009, baja a 9,8% al año siguiente, según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
Profundizando aún más, los estudios sobre innovación que tienen nivel desagregado por región -en esta ocasión efectuado por la OCDE-, exhibe que en los años 2007-2008 la tasa regional ascendía a 31,7%. Para el informe de 2010, Biobío cayó hasta un 17,8%.
Todas estas estadísticas negativas, no obstante, fueron mitigadas gracias a “que muchas empresas del ámbito Mipymes, durante ese año recibieron fondos de ayuda de los instrumentos de fomento públicos a través de proyectos de innovación que incluían, entre otros, la recuperación de instalaciones productivas dañadas”, explica Aldo Moisan, gerente general del Instituto Regional de Administración de Empresas (Irade).
Con este escenario a cuestas, la Región del Biobío ha preparado y ejecutado numerosas iniciativas públicas y privadas para volver a dar un impulso a su competitividad.
Foco In BioBío
Desarrollado entre enero de 2008 y mayo de 2012, el programa Fortalecimiento de la Competitividad a través de la Gestión de la Innovación en la Región del Biobío (Foco in BioBío), centró su acción en 13 comunas para beneficiar a 60 Pymes, dividiendo el sector en dos grandes territorios: el Polo Metalmecánico Pencopolitano (PMP) y el Territorio del Valle del Itata (TVI).
“Logramos resultados cualitativos y cuantitativos en los ámbitos de mejoramiento de la gestión, productividad, competitividad y capacidad innovadora, producto de que fuimos capaces de desarrollar y aplicar un modelo de intervención que apuntaba, simultáneamente, a los empresarios, a la empresa y a la institucionalidad”, aclara Aldo Moisan, del Irade, quien añade que el proyecto tuvo un presupuesto de operación de US$ 2 millones.
“El 50% de esto fue una donación del BID-Fomin, y el otro 50% fue levantado localmente por el organismo ejecutor, Irade”, puntualiza el gerente general de esta última institución.
Proyecto Arauco
También impulsado por BID/Fomin y con el aporte de la Corporación Industrial para el Desarrollo Regional del Biobío (Cidere Biobío), el proyecto Desarrollo Local Competitivo de la Provincia de Arauco se inició el año 2009 y tiene un cierre programado para el primer semestre de 2013. El programa busca como resultado la implementación de un sistema de gestión territorial público-privado que permita la generación sostenible de empleo e ingresos, particularmente para las poblaciones de menores recursos.
“En lo específico, se han realizado proyectos colectivos entre empresas que han permitido alcanzar positivos niveles de asociatividad, innovaciones y adaptaciones en el contexto territorial, y un incremento en el nivel de ventas y formalización”, destaca Heidi Inostroza, coordinadora del programa, agregando que la inversión estimada en sus cuatro años de ejecución asciende a
US$ 2,5 millones.
Proyecto RED
Si bien desde el año 2000 en la Región del Biobío se decidió, a nivel de política pública, apoyar la innovación, el terremoto frenó un poco este sistema que avanzaba bien articulado.
Lo que se pretende ahora es “abordar las falencias para que la asignación de recursos sea más eficiente”, asegura Daniela Moraga, encargada de innovación del GORE BioBío.
En esa línea, el denominado Proyecto RED, programa de colaboración con la Unión Europea, coordinado por la Agencia de Cooperación Internacional (AGCI), y ejecutado por la Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo (Subdere), busca construir este tipo de estrategias definiendo ejes prioritarios. Para realizar este plan, en la VIII Región tienen un presupuesto asignado cercano a los $ 8.500 millones para este 2012 (unos US$ 17 millones).
Alianza 3M-Endeavor
En julio pasado, 3M, Endeavor e Innova Bío Bío se reunieron en Concepción con un grupo de 20 emprendedores para escuchar sus ideas y “ver si podemos ayudarlos”, cuenta Dobromir Parushev, de Endeavor. Los seleccionados podrán acceder a una serie de ventajas, como a una plataforma de venta en Chile, asesoría en gestión e innovación y apoyo para buscar financiamiento.
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