¿Cuál es la empresa que quieren los chilenos? Esa fue la principal interrogante bajo la que giró el panel "Nuevos desafíos para la Responsabilidad Social Empresarial" de la primera Green Innovation Conference del país, organizada por la Universidad del Desarrollo en conjunto con la Universidad de Wisconsin-Green Bay de Estados Unidos y Empresas Conscientes, iniciativa apoyada por Diario Financiero.
En este contexto, la directora de Desarrollo de la organización de promoción y certificación sostenible Sistema B, Eleni Papadopoulou, señaló que el país quiere a organizaciones más justas, responsables y transparentes tanto con la comunidad como con sus trabajadores y el medio ambiente.
"Estos son temas que se deben trabajar desde la universidad transversalmente en todas las carreras, pero con especial atención en aquellas ligadas a los negocios. Así los ejecutivos vendrán formados en cómo crear una empresa que se haga cargo de su impacto y les será más fácil responder a estas exigencias", apuntó la experta, señalando que las casas de estudio chilenas tienen una deuda en ese sentido.
Papadopoulou también afirmó que las nuevas generaciones vienen con un cambio de visión sobre los negocios, y que son las mismas las que hoy exigen a las firmas que tengan buenas prácticas, llevándolas muchas veces a enfrentarse a crisis de talento. "Los millennials no quieren trabajar en una organización que no tenga buena reputación, políticas ni propósito, lo que se traduce en una mayor rotación y un gran costo para la empresa al disminuir su eficiencia producto de lo mismo", indicó la experta, contando que ya hay empresas de industrias tradicionales como la banca y el retail tocando la puerta de Sistema B y preguntando cómo medir su desempeño socio ambiental con miras a mejorar.
"Chile requiere un cambio"
En concordancia con lo anterior, el ex gerente general de HP Chile, Edgar Witt, afirmó que responder a estos desafíos no sólo se trata de una responsabilidad con las generaciones futuras, sino que también una necesidad para un crecimiento sano y sostenible de las compañías. Esto dado que "los países desarrollados cada vez irán imponiendo más normativas en esta línea que se deberán cumplir para seguir compitiendo en sus mercados".
El ejecutivo expresó que si bien hace tiempo se viene discutiendo cómo levantar la productividad de Chile para lograr mayores tasas de crecimiento, esto no se conseguirá mientras se siga haciendo lo mismo. "La gran innovación que requiere el país es un cambio relevante en la administración del capital humano, crecer en confianza y darle sentido al trabajo de nuestra gente más allá de lo económico. Por eso hay que desarrollar y empoderar más a los colaboradores, incorporando el aprendizaje a través del error, pues las culturas más innovadoras son aquellas que saben aprender de sus fracasos para construir sus éxitos futuros", enfatizó.