Chile necesita dar más apoyo a las empresas con alto potencial de crecimiento, pues son ellas las que hacen crecer el Producto Interno Bruto (PIB) y las mayores generadoras de empleo en el país.
Así lo revela un estudio desarrollado por Endeavor a nivel global, a través de la división de investigación Endeavor Insight, a varios países de la región como Colombia, México o Argentina, donde se recopilaron diversos antecedentes a partir del Banco Mundial y cifras de mercado. De esta manera, se estableció que las "scaleups", que son aquellas firmas con más de tres años de funcionamiento y una tasa de crecimiento del empleo mayor al 20%, representan sólo el 7% de las compañías chilenas, y sin embargo, crearon el 59% de los empleos nuevos durante los últimos tres años. Es decir, cada una en promedio añadió más de 50 empleos al año. Mientras que las startups (que tiene menos de tres años de funcionamiento) sólo crearon el 4% de los trabajos.
"La cantidad de firmas con potencial de escalabilidad son muy pocas en Chile. Es un desafío porque el sistema de emprendimiento del país tiene muchas empresas, instituciones o fondos de inversión que están enfocados en apoyar la etapa inicial de una empresa, que está perfecto. Sin embargo, cuando pasan a un estado mayor de crecimiento, no hay demasiadas instituciones u organismos enfocados en apoyarlas", explica María de los Ángeles Romo, directora ejecutiva de Endeavor.
Agrega que desde esa perspectiva, todo el esfuerzo que está haciendo el país en apoyar a startups en su primera etapa con subsidios del Estado, inversionistas, incubadoras, no sirve. "Si no hay nadie que esté tomando la posta en apoyarlos más adelante, no hay seguridad de que lleguen a ser una empresa consolidada y se quedan solos", explica. Lo ejemplifica señalando que del total de las firmas que pertenecen a la red Endeavor en el país, sólo el 1% proviene de incubadoras o cuenta con apoyo de alguna institución anterior. "Es preocupante porque ojalá todos estuviéramos encadenados", dice.
De hecho, al compararnos con Colombia, por ejemplo, el 45% de los nuevos empleos fueron creados por "scaleups", que representan el 8% de las firmas colombianas. "Tenemos cifras muy parecidas, pero no tiene un entorno emprendedor subsidiario tan fuerte como Chile. Y eso implica que podrían llegar a un estado de desarrollo mayor más rápido que nosotros porque pasan más rápido al siguiente estado", señala.
Desafíos
Uno de los grandes problemas que enfrentan estas empresas es el acceso al financimiento, por lo mismo, "es bien crítico y si no logran tenerlo pueden caer fácilmente en el valle de la muerte. Dada sus características, muchas veces no son sujetos de préstamo bancario, y de ahí que sea atendible evaluar estructuras mixtas de financiamiento: banca y venture capital. Es un mix que hay que evaluar", señala.
Por otro lado, también considera importante ayudarlos a acceder a mercados globales. "Ellos no tienen acceso libremente a otros países, conocer las redes locales y los buenos talentos ya que es muy dificil tirar empresas de pequeñas a grandes", comenta.
Los desafíos y apoyos se deben tomar también como políticas públicas, advierte.
"Los países en vías de desarrollo logran llegar al desarrollo en corto tiempo con emprendedores de alto impacto, que tienen alguna componente de innovación en sus procesos, que les permite crecer rápidamente y aportar al PIB del país", sentencia Romo.