En enero de 2013 las pequeñas y medianas empresas deberán presentar sus estados financieros bajo la norma IFRS, un paso, que para muchos, será la principal prueba de fuego en el proceso de adopción del estándar internacional, puesto que las pymes representan el 80% de las empresas nacionales.
Un proceso que iniciarán a partir del próximo año y que, según los expertos, conlleva algunas complejidades, pero también múltiples beneficios, entre ellos, la unficación de la presentación de resultados en un sólo formato.
Gastón Villarroel, socio de la Auditora JMA sostiene que si bien la IFRS para Pymes contiene conceptos distintos a los principios de contabilidad aceptados, se trata de una norma independiente y de lenguaje simple. No obstante, agrega, que como todo proceso nuevo, "tendrá complejidades relacionadas a la aplicación de nuevos tratamientos contables, cambios en la preparación de los estados financieros y sus respectivas notas explicativas, así como posibles efectos en los procesos operativos, administrativos y de gestión asociados a tales cambios".
Los desafíos
Para sobrellevar estos problemas, las empresas deberán realizar una serie de adecuaciones, explica Leonardo Torres, académico y presidente del Comité Técnico de IFRS de la Universidad de Chile, quien agrega que los desafíos para las pymes pasan por la reestructuración de los sistemas de información; la preparación del personal de los departamentos de contabilidad; entender que ahora se convertirá en un elemento clave la colaboración, ya que el dueño deberá considerar que sus decisiones tienen efectos en la contabilidad; y, el cambio cultural que representa para la gerencia la responsabilidad de la información emitida.
"La gerencia y los directorios serán más responsables de la información que permite tomar decisiones tanto a nivel externo como interno", sostiene Torres.
Miguel Vicencio, socio líder del grupo de Mercados de Crecimiento estratégico de Ernst & Young, comenta que lo prioritario es lograr el conocimientos en materia de las normas aplicables, entender sus impactos en el negocio, adaptar los sistemas contables de procesamiento de información y generar procesos de análisis adecuados que permitan reflejar la información acertadamente en los estados financieros de este segmento de empresas.
Según los expertos, la transición será más sencilla que para las grandes empresas, ya que tendrán un sistema simplificado. Mauricio Cuevas, director de IFRS de Deloitte, destaca que una de las preocupaciones que surgen es la masividad del sistema debido a que la cantidad de empresas que aplicará esta normativa es varias veces mayor, que lo ocurrido a la fecha. “La masividad traerá como pieza fundamental el desafío de una capacitación-país adecuada”, explica.
Detalla que otra de las principales complejidades es que aún hay escaso conocimiento de la norma y el costo que puede implicar dicha transición, pero en consideración a su tamaño "resulta ser más económica que una transición de una empresa grande, tanto por la naturaleza de sus negocios, como por las simplificaciones que trae la normativa Pyme, ya que se estima que las exigencias representarán entre un 40% y un 60% de las IFRS completas".
A pesar de lo complejo que puede ser realizar la convergencia, los expertos coinciden en que uno de los principales beneficios que traerá la implantación de la norma en las Pymes es que las empresas tendrán mejor acceso al crédito ya que poseerán información más fiable y comprensible de sus estados financieros.
El presidente del Colegio de Contadores, Florindo Núñez, ve una ventaja en la presentación de los estados financieros bajo un lenguaje común. En su opinión, esto facilitaría la inversión extranjera en Chile, porque comprender la información puede hacer más expedito un proceso de fusión o adquisición.
Agrega, además, que las firmas serán más competitivas debido a que la información clara impactará positivamente en la gestión de la empresa.