Por Macarena Richmond
El impresionante empuje que tanto el gobierno como el sector privado están dando al emprendimiento en Chile también está generando una nueva fisonomía de innovación en Santiago, donde extranjeros y chilenos dan vida a espacios que hoy son destinados a concretar ideas y lanzar nuevos proyectos. Se trata de lugares ubicados especialmente en el eje Centro-Providencia de la capital, en los que es frecuente escuchar palabras como coworking y startups. Un circuito en que los emprendedores pueden contar con el flamante Centro Movistar Innova, la biblioteca de Corfo o El Club el Origen.
Pablo Villoch, un emprendedor español residente en Chile hace 10 años, convirtió a las instalaciones de Corfo en su centro de operaciones para llevar a cabo lo que será el HUB Santiago, una red que englobará una comunidad de 4 mil emprendedores a nivel mundial.
“La biblioteca de Corfo será nuestro punto de encuentro mientras desarrollamos un comunidad fuerte que nos permita construir nuestro propio espacio, como el HUB Madrid, por ejemplo. La biblioteca nos brinda un lugar de encuentro perfecto, donde podemos realizar
reuniones de trabajo y, además, nos da la posibilidad de traer a nuestros hijos por tener un espacio acondicionado para ello”, explica Villoch.
Alejandra Rojas, bibliotecaria jefa de este espacio, comenta que en Corfo “hemos tomado los valores de emprender e innovar y los hemos aplicado para desarrollar este nuevo concepto de biblioteca que acoge y sintoniza con las necesidades de sus usuarios y que se hace cargo de ellos”, dice.
La biblioteca es pública y se puede acceder a ella y a sus servicios gratuitamente. Es tal el éxito que han alcanzado en el último tiempo (llegando a tener 500 emprendedores diarios) que ampliarán su construcción en el mediano plazo para recibir a más innovadores.
Coworking, cotrabajo
La tendencia de crear espacios acondicionados para emprender partió en Estados Unidos, pero actualmente existen alrededor de 850 de estos centros en el mundo, en países como Inglaterra, Francia, España, Alemania, Australia y Argentina. Dentro de los más conocidos se encuentran Silicon Valley y la red mundial de HUBs.
Y aunque muchas veces el coworking puede llegar a confundirse con el arriendo compartido de oficina, lo cierto es que es mucho más que eso: es una forma de trabajo que fomenta en los emprendedores la colaboración, el trabajo comunitario y el traspaso de experiencias y conocimientos. En Chile, este concepto ha comenzado a desarrollarse debido, en parte, a un sostenido crecimiento del emprendimiento que, de acuerdo al informe anual del Global Entrepreunership Monitor, en el período 2010-2011 alcanzó un 16,8%, cifra que se ha incrementado notoriamente desde 2008.
Es en este contexto donde nace Club El Origen, espacio que abrió sus puertas el verano pasado y que actualmente reúne a 29 emprendedores agrupados en 12 startups. La idea partió cuando tres de los cinco socios actuales se encontraban desarrollando una empresa, pero no encontraban un lugar óptimo para llevar a cabo sus ideas.
“En ese momento nos preguntamos si existían otros emprendedores con la misma necesidad nuestra. Hicimos un pequeño estudio y decidimos lanzar Club El Origen para ayudar a todas las personas que tuvieran el mismo problema al que nos vimos enfrentados”, cuenta Carlos Schaaf, uno de los fundadores del centro.
Agrega que “la comunidad que el club ha creado, provee a nuestros clientes de una red de contactos formada por personas de distintas industrias así como también inversionistas y ejecutivos de empresas. La magia ocurre cuando los socios de Club El Origen comparten, ya sea desde sus puestos de trabajo, tomando un café, compartiendo un almuerzo o jugando, ellos intercambian ideas de negocio, se transmiten experiencia, se asesoran, crean, inventan, se potencian para enfrentar proyectos más grandes y hasta fundan nuevas empresas”.
Silicon-Santiago
En una escala mayor, el recientemente inaugurado Centro Movistar Innova pretende convertirse en el epicentro del emprendimiento en Chile. El espacio, que en una primera etapa albergará a 200 emprendedores, surge del resultado de una alianza entre los programas Movistar Innova y Start-Up Chile de Corfo y se ubica en el Palacio Droguett, en Providencia. Serán 1.500 metros cuadrados distribuidos en tres pisos diseñados y acondicionados con tecnología de punta para que los emprendedores cuenten con un lugar inspirador.
La meta del gobierno compartida con privados de que Chile se convierta en un polo de atracción de talento y generación de ideas propias está cambiando el rostro del centro de la ciudad. Pero no es la única zona de la capital. Los espacios para el emprendimiento crecen en universidad y empresas.
En el ámbito del coworking, próximamente se sumará Co-Work, un espacio en el barrio El Golf que se inaugurará el miércoles y que, según explica Antonio García, uno de sus creadores, “busca fortalecer el emprendimiento a través de la colaboración que pueda generarse entre sus integrantes. La idea es ver cómo podemos hacer para que a todos nos vaya mejor y compitamos en un mundo en que las grandes empresas llevan las riendas”.