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Diversificación de la industria salmonera impulsa nuevas oportunidades de negocios


Sabor único y textura suave. Así describen muchos las bondades culinarias del salmón, una de las especies que se

Por: Por A.Clavería y M. Richmond
 | Publicado: Lunes 22 de agosto de 2011 a las 05:00 hrs.
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Sabor único y textura suave. Así describen muchos las bondades culinarias del salmón, una de las especies que se cultivan en Chile más valoradas por los paladares exigentes, pero también más demandadas por quienes buscan alimentos nutritivos y saludables por su alto aporte de ácidos grasos omega-3, capaces de mejorar la actividad cerebral y prevenir enfermedades como la depresión y el Alzheimer.

Con esos antecedentes no es de extrañar entonces que el salmón sea el producto nacional pesquero más vendido en los mercados internacionales, representando un 52% del total de exportaciones de este sector, con US$ 2.100 millones en 2010 sólo por este concepto.

Pero a las indiscutidas virtudes de esta especie, se suman además otras cualidades que van más allá de su sabor y alto contenido nutritivo y que han logrado diversificar esta industria que, según datos del Servicio Nacional de Aduanas, el año pasado produjo alrededor de 350 mil toneladas.

“El salmón puede ofrecer una gran gama de componentes a ser usados en farmacología, cosmética y alimentación funcional, entre otros, y que, sin duda, verán muchas oportunidades de negocio en el futuro”, asegura Luis Pichott, gerente de Acuicultura de Fundación Chile.

En nuestro país, la industria de los subproductos del salmón se ha ido abriendo paso paulatinamente y consolidando nuevos nichos de mercado que antes eran poco explotados. Es así como en la actualidad, se le están dando nuevas utilidades al cuero de salmón, para fabricar prendas de vestir y artículos de decoración; y a los interiores de esta especie, que se destinan tanto a la elaboración de aceite y harina de pescado, esta última utilizada en la alimentación de especies de acuicultura; como a la creación de medicamentos que contienen calcitonina, una hormona capaz de prevenir el deterioro de los huesos y aumentar la densidad ósea.

“De los ácidos grasos omega-3 los beneficios para la salud son ampliamente conocidos, pero como sólo está disponible en cantidades suficientes en los peces, su consumo masivo está limitado y las soluciones farmacológicas son aún caras para la mayoría de las personas”, explica Pichott.

El omega-3 y aceite de salmón pueden encontrarse en el mercado en forma de cápsulas, al igual que la calcitonina, usada en el tratamiento de la osteoporosis en mujeres posmenopáusicas y en revertir el exceso de calcio en la sangre.

En nuestro país, uno de los principales productores de aceite y harina de salmón es la empresa Salmonoil, ubicada en Calbuco, que exporta este último producto a países como Corea, Japón, China y Taiwán. El aceite, en tanto, es destinado a industrias de nutrición, pinturas y cueros, en Chile y el extranjero.

Más apoyo
Con el fin de respaldar iniciativas que fomenten el desarrollo de estos productos, específicamente los enfocados en el cuero del salmón, es que en los últimos años InnovaChile ha financiado cuatro proyectos por un monto de $ 84 millones, destinados a potenciar y a hacer crecer este sector.

Al respecto, Cristóbal Undurraga, director ejecutivo de la entidad, comenta que “muchos emprendedores han detectado una oportunidad en el cuero de salmón y la han convertido en un negocio y en un ejemplo a seguir. Han encontrado distintos usos en este material y han logrado darle un valor agregado súper importante a algo que antes era considerado un desecho, pero que hoy venden como un producto premium”.

Tal es el caso del emprendimiento de Nora Pino, fundadora y gerente general de CursalChile, quien exporta pieles de salmón como materia prima para la elaboración de prendas de vestir, zapatos y diversos accesorios. Hoy, sus principales focos de comercialización son Estados Unidos y Europa, y ya se prepara para ingresar a Australia y Nueva Zelanda con productos manufacturados. Y aunque reafirma que este cuero es de muy buena calidad y más resistente que la piel de vaca, recalca que “en Chile ha costado muchísimo que la gente lo aprecie, por eso nuestro foco han sido las exportaciones”.

Junto con esto, Luis Pichott recalca que si bien esta industria ha tenido un desarrollo en el último tiempo, aún falta contar con las tecnologías adecuadas, la capacidad de innovación necesaria y un mayor financiamiento para lograr consolidar y expandir este nicho.

“Aprovechar los subproductos y establecer nuevos negocios requerirá de esfuerzos relevantes en logística de abastecimiento, inversión en procesamiento y búsqueda de mercados, algo que para la mayoría de los microempresarios aún resulta difícil de obtener”, concluye.

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