Con presencia en más de 20 países y dos décadas de experiencia, la compañía sueca Diaverum, especialista en tratamientos y cuidado de enfermos renales, llegó a Chile hace cuatro años con el objetivo de romper esquemas en torno a la atención. En su modelo el paciente está al centro y su rehabilitación física y emocional es su principal misión. Hoy la empresa cuenta con nueve centros en las regiones Metropolitana, del Biobío y la Araucanía, y planea cerrar el año con 15, además de ampliar su oferta de servicios.
Jorge Betzhold, gerente de Recursos Humanos y Comunicaciones de Diaverum Chile, señala que se ha detectado que en el país hay una sociedad tristemente enferma. “Hay índices de diálisis, consumos de sal y obesidad en adultos y niños muy alto, lo que hace imperante un cuidado integral y un cambio de mentalidad, y eso es lo que busca Diaverum, generar ideas y valor en la sociedad, a partir de los valores de la empresa”.
Ante este diagnóstico, la firma ha optado por comprar centros de diálisis ya existentes, donde cambian al equipo gerencial, mantienen a los profesionales que trabajan allí y durante 90 días realizan una capacitación centrada en el bien común. “Así, los pacientes son mejor atendidos, acceden a nuevas tecnologías y tratamientos, que es posible otorgar debido a los avances e investigación de carácter internacional de la compañía, además los trabajadores obtienen mayores beneficios por parte de un nuevo empleador”, comenta Betzhold.
En el contexto de ofrecer un servicio integral que abarque desde métodos de prevención hasta tratamiento de enfermedades, la compañía que atiende a 30 mil pacientes a nivel internacional, está gestionando con entidades estatales la posibilidad de ofrecer estos beneficios a todos los pacientes, sin importar condiciones de pago. “La obtención de ganancias de Diaverum no va en la línea de cobrar más, de hecho, el 80% de nuestros pacientes se atienden por Fonasa, porque la diálisis está dentro de las Garantías Explícitas de Salud (GES). El modelo original implica que podamos operar, incluso, siendo menos rentables, siempre y cuando se vivan los valores de la empresa”.
En cuanto a las capacitaciones, en Diaverum instruyen a sus trabajadores para ser líderes, por ello, en el último proceso de cambios gerenciales en Chile optaron por cubrir cargos en la plana administrativa con personal médico. “Quizá no están del todo preparadas, pero tienen potencial. Creamos una malla de formación donde les enseñamos Finanzas, Rercursos Humanos, Operaciones y las acompañamos en reuniones de avance, porque es un proceso”, expresa Betzhold, quien añade que es este tipo de procesos inclusivos son más inspiradores, ya que “se comienzan a visualizar las oportunidades, a entender que es posible ofrecer un trato digno a la sociedad”, comenta.