Por Francisca Orellana
Cerca de medio millón de dólares invirtió Defontana en su primer centro de innovación, ubicado en el piso 41° del edificio Titanium, y que servirá de piedra angular para globalizar la compañía.
La firma tiene un agresivo plan de crecimiento con fuerte auge en el exterior. Hoy facturan US$ 6 millones al año y la meta a cinco años es alcanzar los US$ 50 millones. “Estamos consolidados en Chile, y hay que pensar en el futuro, en los próximos cinco y diez años”, explica Diego González, quien junto a Marcelo Vásquez fundaron la firma. Si bien hoy exportan sus servicios y están presentes en cinco países como México, Perú y España, en los próximos tres años pretenden abordar toda Iberoamérica con la plataforma de erp cloud computing. De hecho, tan buenas perspectivas tienen de crecimiento que prevén también desarrollar un segundo centro de innovación fuera de Chile.
“Pensar en hacerlo en Israel o India donde tienen una masa de científicos impresionante de ingenieros o informáticos, por ejemplo, y donde están la mayoría de las transnacionales. Nuestro sueño es tener un centro en otro continente para poder mirar el mundo y atrevernos a dar el paso. Estamos pensando en grande”, explica.
En el centro de innovación tendrán diferentes equipos para hacer un trabajo de coinnovación con clientes, quienes tendrán la ventaja de contar con los productos con anticipación. “Con ellos haremos levantamiento de información, determinaremos ciertos focos, proyectos y asignaremos presupuesto”, indica. También tendrá la misión de potenciar el desarrollo móvil. “Si bien creamos el software 100% cloud, estamos ante un auge de los smartphone y tablets, por lo que estamos trabajando en desarrollos para dispositivos inteligentes para poder hacer cotizaciones o factura electrónica a través de celular. No hemos visto desarrollo en este tema y la movilidad es lo que viene los próximos años”, indica el ejecutivo de la firma especialista en gestión empresarial.
Nuevos desarrollos
La compañía se está preparando hace más de dos años para el proceso de expansión. Para ello, crearon en 2010 un equipo de desarrollo para impulsar nuevos productos. Hoy esta área representa el 5% de las ventas, pero esperan que a 2017 esa cifra llegue al 50% de la facturación.
A partir de lo anterior sintieron la necesidad de dar un paso más e instaurar el concepto de innovación en toda la compañía.
Es así que este año están ejecutando un programa de gestión de la innovación junto a la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI) con apoyo de Corfo, para poder consolidarla internamente y capacitar a 30 líderes de la firma. De ese proceso salió la idea de contar con un centro de innovación propio, lo que implicará también aumentar en 25% la dotación de capital humano.
De hecho, con esta misma casa de estudios están desarrollando un software de gestión de la innovación para que sean las mismas empresas quienes puedan gestionarla. “Con esto podemos automatizar el proceso”, indica.