Un explosivo crecimiento ha registrado la empresa chilena de descuento, que a dos años de iniciar sus operaciones en Chile, y poco más de un año en Perú y Colombia, este año espera una facturación del orden de US$ 10 millones, 280% más de lo registrado en 2011 cuando bordearon los
US$ 3,5 millones.
¿El motivo? Tomás Bercovich, creador y CEO de Cuponatic, explica que ambos mercados han crecido rápidamente debido a la fuerte penetración de Internet.
“Partimos trabajando desde un local de comida en Colombia, y de ahí empezamos a contratar personal con cero ingresos. Comenzamos a funcionar en marzo en Colombia y en Perú, en mayo de 2011. Hoy estamos dentro de las dos empresas de descuentos más importante en esos países”, señala Christian Real, socio y encargado de la firma en Latinoamérica, que partió junto a David Furman (tercer socio), para abrir dichas sedes.
Entre los tres países venden unos 30 mil cupones en promedio al mes, llegando a un peak de 100.000 cuando han hecho promociones especiales, como descuentos de $ 16 millones en la compra de un departamento.
“Hemos ido perfeccionando el modelo y eso nos ha ayudado a la consolidación. Cuando partimos ofrecíamos uno o dos descuentos al día y actualmente tenemos cuatro secciones temáticas, sin segmentar por comuna sino que por género”, indica Bercovich.
Sumar otro mercado
Dentro de los planes de crecimiento de la firma está abrir un tercer mercado extranjero, ya sea México o Brasil. Para el proceso, prevén una inversión del orden de US$ 4 millones y no descartan sumar un nuevo socio.
“Brasil tiene un potencial importante, con un fuerte uso de nuevas tecnologías. México, en tanto, es un país atrasado en esta materia. Es como un gigante dormido que creemos que está recién despertando. Por eso estamos haciendo nuestra apuesta, si bien tiene un bajo nivel de penetración tiene un alto número de habitantes, así que presenta un gran potencial y es justo el minuto para entrar”, dice Real.
Esta es la segunda ronda de inversionistas, luego de que levantaran capital en 2011 por poco más de US$ 1 millón, lo que les permitió llegar a Perú y Colombia.