Por Alejandra Clavería
Tres toneladas de botellas PET por hora, que equivalen a un 50% más de su capacidad productiva original, comenzó a procesar la planta de reciclaje más grande de América Latina, perteneciente a la empresa chilena Recipet y cuya ampliación fue inaugurada ayer.
Las nuevas instalaciones, ubicadas en la comuna de San Bernardo, demandaron una inversión de US$ 300 mil y completan más de 3.067 metros cuadrados de superficie, conformados por maquinaria capaz de reciclar el 70% de las botellas de plástico que se utilizan en la Región Metropolitana. La planta incluso está preparada para recibir el 90% de las botellas que se desechan en todo Chile.
Mientras que Recipet se encarga de procesar las botellas plásticas en desuso, su empresa Typack (situada en la misma planta) fabrica nuevos productos a partir de esos desechos. De hecho, hoy son más 12 mil las toneladas anuales de residuos post consumos que han sido procesados por Recipet y transformados en productos por Typack.
En ese contexto, ambas compañías han invertido hasta ahora más de US$ 25 millones en desarrollar proyectos ligados a estas áreas, entre los que se encuentran la elaboración de distintos envases termoformados para almacenar frutas frescas (principalmente uvas), y que hoy son exportados a Nueva Zelanda, India, Japón, Estados Unidos, Canadá, México, Argentina, Brasil y Perú. Typack también fabrica cestos, envases para tortas, vasos y láminas para fabricar potes de yogurth.
La última iniciativa, pionera en el mundo e impulsada en conjunto con la cadena de supermercados Walmart, es la fabricación de una bandeja especial para carnes, elaborada 100% con material reciclado PET, que será lanzada próximamente en nuestro país.
“La fabricación de este producto reduce en un 80% la huella de carbono, mejora los tiempos de frío, disminuye el consumo energético y baja en un 60% los espacios necesarios de transporte y almacenamiento”, explicó el gerente general de Recipet, Peter McRostie, quien no descartó seguir ampliando este tipo de iniciativas con otras compañías internacionales y crecer así alrededor de un 40% este año y los siguientes.
Fomentar la reutilización
Durante la inauguración, McRostie hizo hincapié en la necesidad de mejorar la logística de recolección de desechos desde los puntos de acopio, a fin de que estos materiales lleguen a las plantas de reciclaje y puedan ser reutilizados en la fabricación de nuevos productos.
En ese sentido, el ejecutivo señaló que en nuestro país “existe la oportunidad de mejorar aún más las tasas de reciclaje -que hoy llegan al 52%, tres puntos menos que la meta fijada por la OCDE-, educando a la población, reforzando el rol de los municipios y los puntos verdes, y realizando pruebas pilotos que permitan probar nuevas opciones de reutilización de desechos”.
McRostie agregó que estas cifras también pueden incrementarse fomentando la separación entre lo orgánico y lo reciclable directamente en los domicilios, y mejorando así la gestión y tecnología utilizada para separar los materiales reciclables en los pre-rellenos sanitarios.
Asimismo, la ministra del Medio Ambiente, María Ignacia Benítez, valoró la ampliación de la planta y resaltó la importancia de reciclar y “darle valor a lo que en general se piensa que es basura y que finalmente termina en un relleno sanitario”.
Impuesto verde
El empresario también analizó la operación de los llamados “impuestos verdes”, que a su juicio “ponen en serio riesgo la industria del reciclaje en Chile”, y solicitó que se eximan del pago de este gravamen los materiales reciclados y los envases manufacturados con altas tasas de reciclado.
Al respecto, la ministra Benítez aclaró que “como Ministerio nos interesa aumentar las tasas de reciclaje y no imponer más costos a quienes hacen productos a través de materiales reciclados”.
En la actualidad, los impuestos verdes son cobrados en tres países europeos: Dinamarca, Hungría y Holanda. Este último lo derogará en 2013, debido a los altos costos de fiscalización en los que incurre y a lo poco que incentiva el reciclaje.