Actualmente los alimentos que consumimos nos encantan, pero nos están haciendo daño. Bajo esta premisa tres chilenos, Pablo Zamora, Karim Pichara y Matías Muchnick crearon The NotCompany, que promete revolucionar la industria de la alimentación.
La startup tecnológica diseña alimentos sustentables que reemplazan exactamente a alimentos de origen animal, utilizando un programa computacional que opera con inteligencia artificial, bautizado como Giussepe.
“Este software se nutre de varias bases de datos ya sea de estructuras moleculares, físicas, o químicas y sensoriales, luego cruza la información y predice las combinaciones que pueden tener éxito para fabricar alimentos idénticos a los animales, pero sólo con ingredientes vegetales”, explica Matías Muchnick.
Su primer producto es la mayonesa con la que llegarán al retail en unas dos semanas, luego de superar algunos problemas con su packaging. Más adelante vendrán yogurt, queso crema y leche.
Una propuesta innovadora, que incluso antes de tener productos a la venta en el mercado, ya comienza a cosechar éxito a nivel mundial: hace un mes fueron premiados por la revista londinense “Contagius” como el emprendimiento del año, donde se impusieron frente a otras nueve startups de diferentes países.
Luego de este premio se reunieron con Unilever, compañía con la que proyectan comenzar a trabajar a mediano plazo en el desarrollo de alimentos.
Muchnick adelanta que en mayo próximo planean viajar a San Francisco para participar de un programa de aceleración para emprendimientos biotecnológicos, proceso al que están postulando. Una oportunidad que quieren tomar, pues tendrían a su disposición un laboratorio para desarrollar y probar con mayor facilidad otros productos, como por ejemplo chocolate, comenta.
A futuro, proyectan crecer licenciando su tecnología a empresas de alimentos para que existan nuevos productos que sean “make by The NotCompany”, precisa el emprendedor.
Algo con lo que darían respuesta no sólo a la necesidad de comer rico y sano, sino también al cuidado del medio ambiente.
“Si basamos nuestra dieta en vegetales y plantas tenemos 100% de probabilidades de llegar al 2050 con suficientes recursos para alimentar a la población y tener agua potable”, sostiene Muchnick.
Y concluye que mientras sus productos entreguen la misma experiencia que los alimentos convencionales, pero usando mil veces menos agua, energía y tierra, el producto va a ser más barato.
“Aún no manejamos a escala, pero puedo afirmar que nuestra mayonesa será mucho más barata que la tradicional hecha con huevo”, afirma.