Hasta 2015, Emprende Claro apoyaba a startups en etapas tempranas, pero durante 2016 dio un vuelco a la estrategia y se transformó en una aceleradora de emprendimientos “maduros” en base a tecnologías móviles.
La aceleradora, en la que además de Claro Chile participa el Centro de Innovación, Emprendimiento y Tecnología (CIET) de la Universidad Adolfo Ibáñez, hoy busca startups que cuenten con un prototipo, modelo de negocios o que hayan realizado una ronda de inversión.
Vady Guerra, director de Valor Agregado y Servicios de Claro Chile, comenta que este cambio de rumbo se debe a que antes, cuando apoyaban a startups en etapas tempranas, era necesario incubarlas para luego acelerarlas.
“Ese trabajo implicaba analizar una enorme cantidad de ideas para llegar a una cantidad pequeña de proyectos o negocios efectivos”, por lo que concluyeron que sus mejores prácticas y mayor aporte estaba en la etapa de aceleración.
El ejecutivo precisa que antes evaluaban 500 proyectos de los cuales seleccionaban y trabajaban, con dos. Este año, en cambio, bajo la nueva modalidad evaluaron 60 iniciativas y apoyaron tres. Se trata de Meetcard, una plataforma para redes de contacto; Guarnic, que permite gestionar personal de seguridad; y Safety for Life, una solución en el área de la prevención de riesgos, seleccionadas a través de la convocatoria NFC Challenge, que buscaba emprendimientos con base en tecnología Near Field Communication (NFC).
Hoy las tres están en fase de implementación y serán lanzadas comercialmente e incorporadas a la oferta de Claro Chile el primer trimestre de 2017.
En tanto, entre abril y junio próximo, realizarán otra convocatoria co financiada por Corfo bajo su línea de Torneos de Emprendimiento. Así, la aceleradora seleccionará, al menos, tres o cuatro iniciativas más, las que junto con los ganadores de NFC Challenge 2016 generarían ventas por US$ 1 millón.
El próximo año, Guerra estima recibir proyectos que consideren, “integración de Internet de Las Cosas (IoT en inglés) para el hogar, sistemas de monitoreo para riesgo vital en personas o desarrollos en educación”, adelanta.
A su juicio, faltan startups dedicadas a generar soluciones más que aplicaciones (apps), ”puesto que las soluciones pueden integrar a las apps, pero tienen una interacción más profunda con las redes y ejecutan acciones más sofisticadas”, precisa Guerra.
Indica que se necesita aumentar el monto de capital semilla que se entrega a las startups -unos US$ 100 mil-, el que es bajo en comparación con EEUU, donde parte de US$ 500 mil, cifra más adecuada para la creación de una solución.