La baja que ha tenido el sector construcción no da respiro a las tres grandes cementeras del país. A septiembre, las ventas de Melón, Bío Bío y Polpaico sumaron US$ 677 millones, una caída de 11,5%, mientras en el tercer trimestre fue de 5,9%.
Pese a que Polpaico –compañía que acaba de ser adquirida por el grupo Hurtado Vicuña- vio crecer sus ventas el tercer trimestre, en el año sigue con retrocesos. Entre julio y septiembre subió 4,5%, cerrando en US$ 54 millones, pero a septiembre la merma era de 11,3%, para situarse en US$ 151 millones, informó a la SVS.
En el caso de Bío Bío, cementera ligada a Hernán Briones, y Melón, del grupo Brescia, en el tercer trimestre moderaron sus caídas. La primera bajó 3,5% sus ingresos (a US$ 105 millones), pero en el año lleva una baja de 9,8% (a US$ 313 millones).
Melón bajó 15,1% entre julio y septiembre, y 13,6% en los primeros nueve meses, para cerrar en US$ 213 millones.
¿Los motivos de todo esto? Cementos Bío Bío explicó en su reporte que hubo “menores volúmenes despachados en todos los negocios y menores márgenes en la venta de cemento”.
Polpaico agregó que “en el primer semestre del año anterior, el efecto positivo en el sector construcción por la postergación de la aplicación del IVA en las ventas de viviendas finalizaba su ciclo en ese período, mientras que la inversión pública y privada no muestra signos de recuperación respecto del nivel del año anterior, tendencia que comenzó a revertirse en el tercer trimestre de 2017”.
Planes de eficiencias
Ante este escenario, las cementeras han trabajado en planes enfocados en disminuir los costos de producción y aumentar la eficiencia y economía en los procesos de mantenimiento.
En Bío Bío, la baja en los costos se debió a una disminución de la deuda financiera a raíz de una a una amortización extraordinaria por $ 39.000 millones, la que “en conjunto con una extensión de plazos de amortización y vencimiento de dicha obligación, y la obtención de líneas de crédito comprometidas por $ 20 mil millones, permitió optimizar la situación de liquidez de la compañía”.
En Melón, compensaron las bajas con planes de optimización operacional, que “han significado menores costos de producción en las diferentes plantas y un mayor foco en el margen”.
Polpaico agregó que la caída del volumen de ventas se vio amortiguado con el buen resultado de las medidas de eficiencia y economía que la empresa impulsó en procesos de mantenimiento.
Esto ha permitido que las utilidades del sector se mantengan estables. Bío Bío subió 76,4% las ganancias en el tercer trimestre, logrando mantener los US$ 21 millones que tenía en 2016 en el acumulado.
En el caso de los Hurtado Vicuña, a septiembre pasaron de tener una ganancia de US$ 6,5 millones en 2016, a una pérdida de US$ 3,5 millones.
Melón bajó 56,8% sus ganancias a septiembre, pasando de US$ 18 a US$ 7,8 millones. En el tercer trimestre tuvo pérdidas por US$ 1,3 millones.