Toyota destrona a Chevrolet como la marca más vendida en Chile: “Es la primera vez que salimos número uno”
La firma hizo ajustes en su operación interna para precisar la solicitud de inventario. La idea es “tener el producto correcto en el momento correcto”, apuntó el director de la marca, Ignacio Funes.
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Un nuevo actor se coronó como el mayor distribuidor del mercado automotor nacional: Toyota. De acuerdo a los registros de la Asociación Nacional Automotriz de Chile A.G (Anac) que datan de 2008, las únicas veces que alguna marca derrotó a Chevrolet -la compañía con mayor tiempo en el liderazgo- fue en 2016 y 2017, cuando Hyundai se impuso a su rival estadounidense.
Al cierre de 2023, Toyota sacó una amplia ventaja -con más de 4 mil unidades- a la firma con sede en Detroit, quedando con el 8,6% del mercado, que equivalen a 25.947 autos. Así, Chevrolet se quedó en el segundo lugar con un 6,8% de la cuota nacional, que se traduce en 21.319 vehículos vendidos.
Cabe señalar que al término del año pasado, la industria distribuyó un total de 313 mil unidades.
El director chileno de Toyota Chile, Ignacio Funes, calificó el ejercicio pasado como “un año inolvidable”.
“Creo que 2023 nos marcará para siempre, porque es la primera vez que salimos número uno en ventas en el mercado, después de 43 años de historia. Esta noticia nos pone súper alegres, porque honestamente no estaba en nuestros planes. Todos los meses salíamos primeros en el ranking, pero no cantamos victoria hasta que terminó el año”, apuntó Funes.
Desde su trayectoria de más de dos décadas en la compañía, indicó que si bien “no estamos obsesionados con ser el número uno, al mismo tiempo nos gusta, ¿a quién no?”.
Sobre las implicancias de este logro, señaló que “tenemos que seguir preguntándonos qué cosas podemos mejorar en la mirada estratégica que nos llevó a alcanzar este lugar”.
La fórmula
Para Ignacio Funes, varios son los factores que llevaron a Toyota a alcanzar el podio y arrebatar a Chevrolet su histórico liderazgo.
Desde hace varios años, la compañía viene ajustando procesos para imponerse en el mercado. En 2019, Toyota Motor Corporation encomendó a su filial nacional hacer modificaciones en la manera de operar internamente. Así, la firma chilena hizo mejoras, explicó Funes, como -por ejemplo- digitalizar los pedidos con los concesionarios para tener una mejor preparación del inventario y aumentar el volumen según modelo de autos. Un elemento que fue crucial ante el boom y posterior crisis de los últimos cuatro años.
“La mirada estratégica cambió. Esto nos permite una toma de decisión mucho más veloz, porque usamos más datos que nos permite planificar con mayor precisión las órdenes de compra, entre otras cosas”, explicó.
A nivel corporativo, Funes aterrizó en 2021 el directorio local compuesto hasta entonces sólo japoneses.
La tarea de este directivo fue poner en acción las nuevas directrices de Toyota en el país y se transformó en el principal interlocutor de la marca con el equipo y autoridades.
“Me tocó implementar y hacer ajustes sutiles. Además, un aspecto muy relevante fue comunicar muy bien estos cambios, no solo dentro de la compañía, sino que también a toda la red de concesionarios. Sin su colaboración y confianza, todo es letra muerta”, subrayó.
Cuando terminó la pandemia y el mercado comenzó a ajustarse a la baja, Toyota puso en marcha un plan que le permitió importar los autos más valorados: la camioneta Hilux y el Corolla Cross, la primera enfocada en la industria minera y la segunda para familias.
“Nuestros ajustes permitieron ser más competitivos, tener el producto correcto en el momento correcto”, aseveró.
“Queremos mantener nuestra participación”
El apetito de Toyota Chile por mantenerse arriba en el ranking continuará en 2024, año en el cual Funes prevé que se venderá un total cercano a 325 mil autos, considerando el escenario económico actual.
“Queremos mantener nuestra participación de mercado. Quizás podemos aumentar un poco más o menos, pero vemos que el mercado 2024 será similar al de 2023”, dijo.
Funes estima que este año el mercado experimentará una mayor presión competitiva, porque muchos rivales sufrieron en 2023 desajustes en la importación por la puesta en marcha de la norma Euro IV B.