Plantaciones forestales llegan a su menor nivel en más de una década y 200 aserraderos han cerrado
En 2023 tres complejos cesaron sus funciones y pueden clausurarse otros más de persistir la baja en la masa forestal, advirtieron desde Corma.
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De ser potencia forestal, Chile redujo la superficie plantada de bosques a su menor nivel desde el peak registrado en el periodo 2012-2013.
“En Chile nos estamos encogiendo y dolorosamente se ha reducido prácticamente a cero la tasa de creación de nuevo bosque”, explicó el presidente de la Corporación Chilena de la Madera (Corma), Juan José Ugarte.
“Estamos retrocediendo 35.000 hectáreas de plantaciones al año, perdiendo 3.200 empleos”, dijo el dirigente. Todo ello se puede valorar en US$ 1.200 millones.
“Llegamos a un peak de volumen entre el año 2012 y 2013 -con 2,447 millones de hectáreas- y desde entonces se ha producido este declive acelerado”, afirmó el dirigente de Corma.
¿Cuáles son las causas de esta debacle? “El robo de madera, los incendios intencionales, la falta de seguridad en la zona sur, la incapacidad de los pequeños propietarios forestales para poder acceder a financiamiento”, son algunas de las causas de este retroceso productivo, a las que se añade la falta de una política pública que incentive a los pequeños y medianos propietarios a forestar sus predios, explicó Ugarte.
“Chile tenía un gran prestigio y estaba entre los diez mayores exportadores forestales del mundo, eso se ha ido perdiendo”, lamentó el líder gremial. Y lo que más deplora es la pérdida de fuentes de trabajo, con el consiguiente paso de las comunidades forestales a la pobreza y la migración. “Esto ha afectado el dinamismo de regiones completas. Las comunas forestales están perdiendo empleos, están perdiendo dinamismo, están perdiendo oportunidades”, expresó.
Cierre de plantas
En 2023 se cerraron tres complejos forestales -Horcones II, Licancel, además de Trupan 1 MDF, todas de Arauco- pero pueden clausurarse otros más de persistir la baja en la masa forestal, advirtió Ugarte. Ya han desaparecido 200 aserraderos, añadió.
Juan José Ugarte, presidente de Corma
Y mientras Chile cae en los rankings internacionales y la industria experimenta una crisis, países como Brasil, Uruguay y Paraguay toman la delantera, muchos de ellos -como Paraguay- copiando el modelo chileno de fomento forestal (el DL 701).
Ugarte enfatizó que el mayor daño de esta debacle productiva-ecológica la sufren los pequeños y medianos productores, porque las empresas grandes están plantando bosques en Brasil, Uruguay, Argentina y Colombia, entre otros países.
Juan José Ugarte admitió que hay una serie de “mitos” que afectan al sector forestal y que lamentablemente las empresas no han plantado cara a tiempo a esas falsedades.
Uno de ellos es que los bosques exóticos -pino radiata y eucaliptus- son “explosivos” y provocan incendios. Citando una investigación del Ciren, Ugarte señaló que hay tres especies nativas que entran en combustión antes que dichos árboles y sobre los 300 C°. “En Nueva Zelanda, que es un país a una latitud similar a la chilena y con extensas plantaciones de pino radiata, hay cero incendios”, explicó.
“Eso que los bosques se inflaman solos es una mentira del porte de una catedral”, indicó.
Y enfatizó que “los árboles no provocan los incendios, los incendios los provocan las personas”.
Precisó que los bosques manejados -con raleo, cortafuegos, entre otras medidas- protegen a las especies nativas de los incendios. De hecho, “si uno mira las estadísticas de los últimos 40 años de incendios en Chile, el 29% de lo que se ha quemado han sido pino y eucalipto y el 71% bosque nativo, matorrales y agricultura”, detalló Ugarte.
Arauco: “Afecta la competitividad”
Las grandes empresas forestales no son inmunes a la caída de las plantaciones. Charles Kimber, gerente de Personas y Sustentabilidad de Arauco -el brazo silvícola del grupo Angelini- explicó que la reducción de los bosques “afecta la competitividad y la capacidad de crecer industrialmente”.
“Para las empresas grandes”, razonó, “invertir en otros países es parte de una estrategia de crecimiento, propia del desarrollo y diversificación”, escenario en el cual, añadió, “los más perjudicados con las menores plantaciones y la reforestación son los medianos y pequeños industriales, quienes tendrán escasez de materia prima”.
Kimber hizo ver que “los grandes han hecho sus inversiones en forestación por años”, aunque “la falta de bosques también afectará al crecimiento industrial de los grandes, sin duda”.
El compromiso país asumido en 2020
El Gobierno de Sebastián Piñera suscribió un pacto internacional en 2020 por el cual Chile se comprometía a plantar 20.000 hectáreas anuales de bosques, que equivalen a 20 millones de árboles cada año. El dirigente de Corma afirmó que lejos de cumplir la meta, el país pierde, de hecho, al año unas 35.000 hectáreas de bosque.
En Chile hay espacio y necesidad de más bosques, sean nativos o especies exóticas, sostuvo Juan José Ugarte. Y es que hay dos millones de hectáreas de suelo de aptitud forestal, es decir, que no sirven para la agricultura u otro uso productivo, entre la Región de O’Higgins y Los Lagos.
El presidente de Corma enfatizó que si no se plantan esas superficies, la erosión avanza irremediablemente y las zonas se convierten en unos verdaderos “peladeros”.
“Cuando el suelo pierde esa capa vegetal aparece la roca madre, que es una roca inerte, sobre la cual no hay vida posible y eso condena a esos territorios a la pobreza y a la migración, al abandono”, enfatizó.