A cinco meses de adquirir el tradicional hotel Sheraton Santiago, ubicado en los faldeos del cerro San Cristóbal, su nuevo dueño -el grupo Alcázar, firma inmobiliaria ligada a la familia Urrutia- decidió poner en venta la torre de 22 pisos que es parte del complejo.
El conglomerado adquirió el hotel de más de 500 habitaciones a un fondo de LarrainVial a fines del año pasado. Pagó unos US$ 15 millones en efectivo, además de hacerse cargo de la deuda estimada en unos US$ 57 millones.
“Nuestro plan de negocio para Sheraton (...) incluye mejorar la estructura financiera y generar recursos para la remodelación del edificio”, dijo Nicolás Urrutia.
Originalmente, la propiedad estaba distribuida en dos hoteles: por un lado el Sheraton Santiago y por otro, San Cristobal Tower, hasta que se unificaron en una sola propiedad bajo el sello de Sheraton, con dos edificios unidos por un amplio lobby: uno de ellos de siete pisos y el otro de 22, el que, ahora, se puso en venta.
Los nuevos dueños del inmueble esperan recaudar, al menos, un monto de US$ 20 millones con la enajenación de la emblemática torre.
Consultado por Diario Financiero, Nicolás Urrutia, del grupo Alcázar: explicó: “Nuestro plan de negocio para Sheraton, el cual venimos trabajando desde antes de comprar el activo, incluye mejorar la estructura financiera y generar recursos para la remodelación del edificio. Dentro de la alternativas está la entrada a la propiedad de la torre de un tercero, manteniéndose dentro de la franquicia hotelera con Marriott”.
El holding inmobiliario adquirió el hotel -a través de la sociedad Inversiones Hoteleras C y A- como parte de la reestructuración del fondo Inversiones Hoteleras de LarrainVial Activos AGF, que también tenía dentro de sus activos a los hoteles Crowne Plaza, Intercontinental y Ritz Carlton. El vehículo de inversión -que se vio duramente afectado por la crisis social y luego por la pandemia- fue liquidado a mediados de abril. Entre sus más de 90 accionistas, figuraban Oscar Biderman y Jorge Breitling, y corredoras de bolsa como Bci, Banchile y BTG Pactual.
Los inversionistas originales del fondo recibieron acciones de Inversiones Hoteleras Holding (IHH), a cambio de sus aportes.
Esta sociedad -sin LarrainVial a la cabeza- quedó como el operador del Intercontinental y el Crowne Plaza (que pasará a llamarse Le Meridian), bajo una única administración, y siguen bajo el formato de franquicia.
El Ritz-Carlton, que fue puesto en venta dos veces sin éxito, seguirá con el modelo de gestión propia.
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Los ex Atton
Grupo Alcázar es una firma inmobiliaria con más de 25 años de experiencia.
Liderado por la familia Urrutia, conocen a fondo el negocio hotelero: fueron los socios fundadores de los hoteles Atton -Pedro Urrutia, Max Israel y Sergio Villaseca- quienes en 2018 vendieron la marca por un monto superior a los US$ 365 millones al grupo francés Accor Hoteles, conocido por sus proyectos Sofitel, Mercure e Ibis.
Si bien durante largo tiempo la familia Urrutia estuvo enfocada en el rubro hotelero, tras la venta de Atton comenzaron a invertir en otros negocios ligados al sector de la construcción y el agrícola.
Entre ellos, se destacan proyectos de casas y edificios focalizados en el mercado C2-C3.
El grupo nombró como director ejecutivo de Inversiones Hoteleras C y A, al exgerente general de Atton, James Hughes, quien también lideró lideró los hoteles Ritz-Carlton y W en Santiago, y el Saint Regis en Punta Mita, México.