Nova Austral podría lograr reorganización con nueva propuesta, pero Moneda y los Solari Donaggio tendrían que desistir de sus querellas
Los acreedores se harían con la propiedad de la salmonera, pero el traspaso de acciones está condicionado al desistimiento de acciones legales de los bonistas. Además, un triunfo en el Tribunal Ambiental mejora las proyecciones para la firma.
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Han pasado más de cuatro meses desde que Nova Austral, la salmonera que es la principal empleadora de la isla de Tierra del Fuego, se acogió a un proceso de reorganización judicial, sin embargo, ya podría estar viendo una luz al final del túnel con una nueva propuesta para los acreedores que, finalmente, generaría cierto consenso entre los mismos.
La compañía, controlada por capitales noruegos, quedó en una situación crítica principalmente por las multas que recibió por una serie de infracciones ambientales -principalmente durante la administración anterior y que tienen a algunos exejecutivos de la empresa formalizados- y adeuda unos US$ 560 millones.
Tres cuartas partes de esa deuda (unos US$ 415 millones) corresponden a los tenedores de bonos, representados por Nordic Trustee, grupo en que está incluido el family office de la familia Solari Donaggio y un fondo británico que, ya iniciado el proceso de reorganización, compró la deuda correspondiente a la administradora de fondos Moneda Asset Management.
En el segundo lugar de la lista de acreedores viene el banco noruego DNB, al que la salmonera le debe US$ 69 millones. Toda la reorganización ha estado marcada por una disputa interna entre estos acreedores, que no ha permitido llegar a un acuerdo. De hecho, el DNB había interpuesto una acción legal en Noruega contra Nordic Trustee, con la que había logrado excluirlos de la votación, lo que significaba el fracaso del proceso y la liquidación de la empresa.
No obstante, las partes han continuado negociando, mientras la junta de acreedores se ha seguido posponiendo. Al menos tres fuentes que participan directamente del proceso dicen a DF que se estarían afinando detalles para aprobar la reorganización. La junta está pactada para este jueves, pero una de las fuentes señala que aún queda algo de espacio para volver a postergarla, por lo que podría eventualmente demorarse unos días más.
La nueva propuesta
Esta ya iría siendo la quinta alternativa que presenta Nova Austral para concretar la reorganización. De aprobarse las condiciones de este documento, con respecto a los bonistas, el 100% de la deuda se remitirá. Como contraprestación a esto, los tenedores tendrán un derecho preferente a participar en el “financiamiento del capital de trabajo” (de hasta US$ 15 millones) que la empresa buscará para continuar con sus operaciones.
¿Qué consiguen con esto? Los bonistas se convertirían en “acreedores baluarte”, lo que les significaría quedarse con el 50% de las acciones de la sociedad.
Para el caso del DNB, que es el otro acreedor garantizado, la salmonera dividiría la deuda en dos tramos de US$ 50 millones y US$ 15 millones, más los intereses y costos respectivos para cada uno. El pago del Tramo A se dividirá, a su vez, en dos partes, renegociándose los plazos de pago; el del Tramo B, en tanto, también se remitirá y se alzarán las garantías que aseguran esas deudas. Asimismo, los acreedores del Tramo A (que sería el DNB) se quedarán con un 45% de las acciones.
El 5% de los títulos restantes se quedarían para los proveedores de alimentos, que también cuentan con impagos por parte de la salmonera, entre los que destacan Ewos y Skretting. Este es uno de los puntos que seguirían negociando para cerrar la discusión.
No obstante, para concretar todos estos traspasos de acciones hay una condición explícita que plantea el documento: Fratelli Investments (sociedad ligada a los Solari Donaggio) y Moneda deben desistirse “pura y simplemente” de las querellas que han presentado contra exdirectores de Nova Austral y un representante de Altor, fondo noruego que controla la empresa.
Ambos bonistas habían iniciado acciones legales acusando una estafa, por haber invertido engañados y en desconocimiento de las faltas ambientales de la empresa. La diferencia es que Moneda, al haber vendido sus bonos, ya no tiene participación en el proceso de reorganización y no sacaría réditos de aprobarse esta.
Un respiro con la SMA
Algo que también ha mejorado los ánimos para los actores involucrados en Nova Austral, desde los trabajadores hasta los acreedores, es que esta semana la salmonera se anotó un triunfo en el Tribunal Ambiental de Valdivia.
En 2022, en un fallo sin precedentes, la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) revocó tres concesiones a la compañía por sobreproducción, lo que golpeó con fuerza a sus intenciones de producción y recuperación.
Sin embargo, el Tribunal consideró que la sanción había sido desproporcionada. “Se devuelven los antecedentes a dicho organismo fiscalizador (SMA), ordenándole dictar una nueva resolución sancionatoria que determine una sanción proporcional conforme a derecho, de acuerdo con lo señalado en la parte considerativa de la sentencia”, dice la resolución.
Al interior de la empresa hay quienes ven en esto una clave para poder retomar una situación financiera estable, mientras que organizaciones ambientalistas se lanzaron contra el fallo. “Es absolutamente incomprensible y contradictorio”, acusaron desde Greenpeace.