Nova Austral evalúa proyecto para instalar su propia piscicultura

La semana pasada se concretó la compra de Nova Austral por parte de la noruega Ewos, en US$ 183 millones, lo que supone una nueva etapa para esta salmonera, otrora filial de Pescanova, que cuenta con 28 concesiones en magallanes.

Nicos Nicolaides, ejecutivo que estuvo unos meses en AquaChile y anteriormente en Blumar y El Golfo, asumió desde la gerencia general el liderazgo de este proceso.

En los próximos ocho meses, dice, el plan es desembolsar un par de millones de dólares para mejorar varios aspectos de la operación de la empresa, específicamente tecnológicos en sus fábricas y centros de cultivo. Posteriormente, la intención es avanzar en otro aspecto: "Evaluaremos un proyecto para instalar una piscicultura en Tierra del Fuego. La idea es que ésta abastezca todo el plan productivo de la empresa, que hasta ahora es un proceso tercerizado", explica.

Esta iniciativa, estima, podría demandar en los próximos dos años unos US$ 20 millones.

Nicolaides considera que la consolidación que vive la industria es buena. "Hay ciertos estándares productivos que requieren un tamaño mínimo y espaldas financieras. Hay muchos actores pequeños que están deteriorados financieramente y hacen mal las cosas porque no tienen otra opción", dice.

Cosechas y costos
La situación que encontró el ejecutivo en Nova Austral era compleja, ya que previo a la quiebra la expectativa era cosechar este año 20 mil toneladas, pero a raíz de la falta de recursos para cubrir la operación, "dejaron de alimentar a los peces y los cosecharon con muy bajo peso, al 60% del volumen esperado", asegura.

Para revertir este panorama, la primera medida que adoptaron fue detener la cosecha y alimentar a los peces para alcanzar un estándar en torno a los 4 kilos.

Nicolaides adelanta que en 2015 esperan duplicar las 10 mil toneladas que producirán este año y en 2016 repuntar hasta las 30 mil toneladas, nivel que la empresa exhibía en 2012 y que le implicaría una facturación en torno a los US$ 200 millones.

La cosecha reducida de este año, dice el ejecutivo, implicará un cierre de año en cero. "En 2015 esperamos mejores números. Serán azules sin ninguna duda", afirma. En materia de costos, el ejecutivo reconoce que el nivel es alto, en torno a los
US$ 4,75 por kilo y el objetivo a un año es reducirlos a un rango de US$ 3,5 por kilo.

Esto se lograría vía eficiencias y mayor productividad, ya que en materia de alimentación, que representa el 60% de sus costos, no recibirán un trato preferente de parte de Ewos.

Tras el traspaso a la noruega, aún está pendiente la conformación del directorio, que estaría presidido por un director de la nueva matriz, que sustituya al actual comité ejecutivo, que da asesoría técnica a la gerencia general.

En la plana ejecutiva y la orgánica de la empresa, Nicolaides dice que "más que cambios, hay que construir cosas. Las áreas de administración y finanzas, además de la parte comercial, eran manejadas desde Santiago por el holding Pesca Chile. Ahora, armaremos esos equipos y deberíamos definir los nombres en los próximos días".

Otro cambio será el cierre de las oficinas en Santiago y su traslado a Punta Arenas y Puerto Montt. "Hay que estar donde están los pescados", puntualiza Nicolaides.