Industria

Los daños críticos que los incendios de Viña dejan para grandes compañías y pequeños emprendedores de la región

El impacto de la destrucción de fábricas y bodegas del sector industrial ha repercutido en pérdidas de empleo y capacidades productivas de algunas empresas de la zona.Y no solo grandes empresas sufrieron los daños.

Por: Martín Baeza | Publicado: Jueves 8 de febrero de 2024 a las 04:00 hrs.
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Fotos: Jonathan Duran
Fotos: Jonathan Duran

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Cerros en los que antes había casas y hoy convertidos en masivas pilas de escombros, protagonizan el desolador panorama que quedó en Viña del Mar tras el paso de las llamas.

Al cierre de esta edición, los últimos reportes del Servicio Médico Legal (SML) ya alcanzaban 131 fallecidos.

Además de la tragedia, considerada por las autoridades como la mayor en el país desde el terremoto de 2010, el sector productivo de la región también se ve golpeado por la crisis.

Una distribuidora de lácteos debió finiquitar a sus trabajadores tras perder su bodega en El Salto, mientras un almacenero de Villa Independencia perdió su local completo con las llamas.

Esta realidad es evidente en el barrio industrial de El Salto. Al pasar por la calle Limache, donde están alineadas las instalaciones de distintas compañías, se observan galpones consumidos por los incendios y montones de productos quemados. En la vereda de al frente, una antigua toma se vio arrasada por completo y los vecinos armaron carpas mientras retiran con palas los restos de las casas, al frente de las faenas productivas que buscan retomar operaciones.

Entre las actividades más afectadas, destaca un conjunto de pequeñas empresas. Este es el caso, por ejemplo, de la distribuidora de lácteos JR, que arrendaba una bodega en la zona -en un complejo también utilizado por otra decena de compañías medianas- que el viernes pasado se quemó totalmente.

La planta del fabricante de pinturas Tricolor tras los incendios, en El Salto.

Ante los daños provocados por los incendios, la distribuidora JR se vio obligada a finiquitar a 28 trabajadores este martes, según cuenta Jorge Cano, uno de los administradores de esa firma.

Cano relata que el día del incendio, las chispas que saltaron de los cerros circundantes alcanzaron a las bodegas y rápidamente el fuego se expandió a todo el recinto, acabando con todos los productos almacenados.

Las empresas afectadas

Este relato es repetido por distintos guardias y trabajadores que presenciaron el suceso. Algunos alcanzaron a sacar camiones y maquinarias, pero muchos vehículos se perdieron en los incendios, cuyos restos aún permanecen en los complejos de la calle Limache.

En el barrio industrial, maquinaria y decenas de camiones se destruyeron por el fuego.

En mayor o menor medida, al menos una decena de empresas fueron afectadas, como Sorepa, brazo de material reciclado de CMPC; un taller de pintura y desabolladura de Suzuval, portal de vehículos nuevos y usados del grupo Derco; y la compañía química de pinturas, barnices y soluciones de limpieza Passol.

El recuento de los daños ha sido la tónica en los días posteriores al fuego. Ejecutivos de las empresas de la zona entraban y salían de las fábricas, en algunos casos resolviendo necesidades básicas como recuperar la electricidad en las plantas.

El también fabricante de pinturas Tricolor fue uno de los más afectados. Este martes, trabajadores de la firma llegaban a catastrar el impacto, ya que se habría afectado cerca de un 30% de las instalaciones en El Salto. Otras empresas sufrieron daños menores, como el caso de Química Reno en que, según contó uno de sus empleados a DF, la destrucción se concentró solo en una de las bodegas.

Algunos galpones y bodegas de la calle Limache fueron consumidos completamente por las llamas.

A un costado del barrio industrial también se comienzan a ver los restos del Jardín Botánico, que se quemó casi en su totalidad.

El caso de un almacenero

No solo grandes empresas sufrieron los daños. “Más de 4 mil sacos de alimentos, entre otras cosas, y maquinaria. Acá lo perdimos todo”, cuenta Pedro Zúñiga, un almacenero de Villa Independencia, zona del sector Achupallas, epicentro de la catástrofe en el que hubo decenas de fallecidos.

El emprendedor cuenta que llegó de Chiloé a estudiar a Valparaíso, para finalmente terminar estableciéndose en la región y “lograr tener un buen pasar (...) Con esto retrocedemos todo”, lamenta.

Los vecinos de Villa Independencia, Rodrigo Roa y Pedro Zúñiga, sobre los restos del almacén de este último.

Así lucían este martes las instalaciones de Sorepa, filial de materiales reciclados del grupo CMPC, en el sector El Salto de Viña del Mar.

Ahora, dice que comenzará a construir de cero. Su casa se quemó junto con el almacén, por lo que se está alojando en un albergue y durante el día se instala junto a sus vecinos a retirar escombros, el primer paso para la reconstrucción. Señala que acababa de pagar su patente, el 31 de enero, y que ahora tendrá que sacar un permiso para demoler la estructura que quedó dañada, esperando que el trámite sea expedito.

Zúñiga agradece a los voluntarios, que pasan con agua y alimentos por Villa Independencia, pero afirma que todavía -hasta la tarde este martes- no había podido conversar con instituciones estatales para saber si podrá acceder a algún tipo de ayuda.

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