Latam cierra negociación con tripulantes nacionales y marca pauta para los de vuelos internacionales
El acuerdo anticipado con el primer sindicato implicaría mayores flexibilidades. Bono de término se pagará en enero de 2022. Con la segunda organización aún no se presentan ofertas.
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Al menos dos procesos de negociación colectiva está sacando adelante los primeros meses de 2021 Latam Airlines, firma que está en medio de un proceso de reorganización bajo el Capítulo 11 de EEUU.
El primero de ellos, con los tripulantes de vuelos nacionales, la aerolínea logró cerrarlo de forma anticipada y se espera marque la pauta las conversaciones que están en curso con un grupo de cerca de 450 personas que componen los vuelos internacionales.
Los acercamientos con los tripulantes comenzaron en septiembre de 2020, cuando la compañía se puso en contacto con el Sindicato de Tripulantes de Cabina Lan Express (STCLE), para anticipar la renovación del contrato colectivo que los rige, el que cuando se negoció en 2018 estuvo marcado por una paralización de 17 días y una posterior batalla judicial con la organización a raíz de que los trabajadores se acogieron de forma unilateral a la última oferta.
En esta oportunidad -cuenta el tesorero de la organización, Javier Brinzo-, aceptaron iniciar el proceso, dado que ya estaba funcionando desde hace unos meses el denominado “Acuerdo Covid” que, entre otras cosas, estableció rebajas de sueldos por dos años. Así, ahora se abría una ventana para intentar repactar estas condiciones.
El proceso llegó a puerto y el 8 de enero, cuando comenzó a regir el nuevo contrato colectivo, el que estará vigente hasta el 31 de octubre 2023.
Dependiendo del tripulante -detalla Brinzo-, este recorte puede llegar a representar entre un 20% y un 40% de las remuneraciones, lo que se calcula con el reajuste a la baja del sueldo base y la disminución del piso de horas vuelo pagadas, que antes eran 50 y ahora son 40.
Aunque a diferencia de la vez anterior no hubo ruido mediático sobre el proceso, el dirigente no se muestra satisfecho con el resultado.
“Tuvimos muy poco margen para negociar, porque hubo muchos despidos. Eso generó, aparte del dolor de ver a tus compañeros irse en la mitad de una pandemia, sin trabajo y con escasa oportunidad de que te vuelvan a contratar en otra parte, mucho miedo dentro de los tripulantes que van quedando. Nuestros socios en las asambleas, cuando propusimos tratar de controlar las bajadas, ellos preferían aceptar la rebaja a entrar en discusiones con la empresa y provocar más despidos”, señaló.
De todos modos, en un documento donde se establecen las cláusulas del contrato, se establece un bono de término de negociaciones por $ 3,5 millones que se pagará en enero de 2022, reconociendo algunas flexibilidades que se lograron, además de un reajuste al sueldo base de 2% en enero de 2023.
Además, se establece que las condiciones transitorias fijadas a mediados de 2020 -que establece algunas bajas de sueldos bases y otros pagos, así como una remuneración mínima de $ 650 mil bruta para los integrantes del sindicato- seguirán vigentes.
Tripulantes internacionales
Tras esa primera prueba, ahora la empresa está en conversaciones con el sindicato que reúne a los auxiliares de vuelo que hacen viajes a destinos como Europa y Estados Unidos, con rutas que superan las jornadas de ocho horas.
En noviembre partieron los acercamientos y para fines de febrero se estima que llegará la oferta de la compañía.
Fuentes del sindicato comentan que también se han visto mermados, ya que actualmente unas 450 personas componen el sindicato, de unas 1.000 que llegaron a ser. Además, en este caso, la recuperación de la industria en este tipo de vuelos se prevé recién para 2024, un par de años después de las rutas locales.
Dado que actualmente están en una etapa “preliminar” de sus conversaciones, el Sindicato Nacional de Tripulantes de Cabina de Latam Airlines Group, prefirió no hacer comentarios, aunque en la industria se estimaba que la primera negociación influiría en la propuesta oficial de nuevo contrato colectivo que les llegará en las próximas semanas.
Las cifras que marcan la reactivación de la firma de la familia Cueto
La semana pasada, la aerolínea dio cuenta de una pérdida de US$ 650 millones en diciembre, triplicando sus cifras en rojos de noviembre. En tanto, también redujo su caja de US$ 1.811 millones hasta US$ 1.696 millones, en la comparación de estos mismos meses. Estos números han marcado el escenario de su reorganización bajo el capítulo 11 de Quiebras en Estados Unidos, dado que Latam tuvo que retrasar para máximo junio la entrega de su nuevo plan de reorganización. Aún así, se estima que podría entregarse en abril, para tener tiempo para la votación de la mesa de acreedores oficiales que tiene que dar el visto bueno.
En este mismo reporte, se precisó que la línea aérea de la familia Cueto está a un tercio de capacidad, con relación al mismo período del año pasado, producto de las imposiciones de nuevas restricciones tanto en Chile, como en el resto del mundo. Su ruta hacia Miami -que representaba el mayor repunte- fue afectada enormemente con al anuncio de cuarentenas en Estados Unidos cuando asumió Joe Biden.