Escala disputa en industria de la cerveza: AB InBev acusa a CCU de infringir acuerdo de 2008 y la lleva al TDLC
Según la compañía belga, la empresa ligada al grupo Luksic habría infringido el avenimiento acordado con la FNE hace 15 años. La firma chilena asegura que no ha sido notificada.
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Una nueva batalla en el negocio cervecero se asoma. AB InBev llevó a CCU ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC), ya que aseguran que su rival infringió la libre competencia al incumplir con el avenimiento acordado en 2008 con la Fiscalía Nacional Económica (FNE), lo que constituiría -a su juicio- un abuso de posición dominante que estaría perjudicando al mercado y consumidores.
En 2008, tras analizar la industria cervecera el -entonces- fiscal nacional económico Enrique Vergara interpuso un requerimiento en contra de CCU por abuso de posición dominante, ya que la entidad identificó que la empresa ligada a la familia Luksic restringía la libertad comercial y contractual de los distribuidores minoristas, por medio de la imposición de cláusulas de exclusividad. El caso no escaló y se cerró ese mismo año tras una conciliación que derivó en un avenimiento entre CCU y la FNE, el cual consta de tres grandes compromisos.
Primero, se prohibió a CCU pactar acuerdos de exclusividad con cualquier pub, restaurante, discotecas u hoteles en Chile. Luego, la Fiscalía obligó a la firma a terminar con los incentivos exclusorios.Según Vergara, CCU mantenía acuerdos con sus distribuidores para aplicar descuentos a sus productos lo que generó una reducción sustancial de competencia en desmedro de otras empresas. No obstante, los únicos descuentos que quedaron fuera del acuerdo fueron las ventas mayoristas.
Y por último, se limitó la publicidad de los productos de CCU en los puntos de distribuidores minoristas. Esto, no implica que el conglomerado cervecero esté restringido de contar con avisos de su marca, pero tiene prohibido acordar ser el único competidor.
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Los antecedentes
De acuerdo con información recabada por Diario Financiero, los hechos en los que se respaldan los belgas se remontan a 2018, cuando la compañía -que comercializa en Chile marcas como Corona, Budweiser, Stella Artois y Becker- detectó dificultades para ingresar en el mercado cervecero de Hoteles, Restaurantes y Casinos (horeca). Tras ello, la empresa habría comenzado a recopilar antecedentes, juntando unos 100 casos en lo que los puntos acordados en 2008 se habrían infringidos.
Según trascendió, AB InBev no sólo habría pedido al TDLC poner fin a la práctica anticompetitiva, sino que también aplicar multas, si se acredita el ilícito.
De esta forma, el TDLC podría aplicar las multas de tres maneras: pedir el pago del 30% de las ventas en la línea horeca cervecera correspondientes al lapso que duró la infracción; cobrar el doble del beneficio económico reportado en este mismo canal por los años en que se infringió la Ley; o, por último, si la entidad no logra determinar ninguno de los dos elementos, podría solicitar sanciones por 60.000 UTA, correspondientes a US$ 56 millones.
Consultados, CCU indicó que "a la fecha no hemos sido notificados de ninguna acción ante el TDLC. No obstante ello, queremos recalcar que siempre desarrollamos nuestros negocios cumpliendo la legislación y respetando la libre competencia en todos los países donde operamos".
Las investigaciones en Chile y la región
La FNE ha realizado dos investigaciones a CCU. Además de la realizada en 2008, en 2013 los acusó de cometer infracciones en el mercado de inscripción de marcas cerveceras en el Instituto Nacional de Inscripción de Propiedad Intelectual (Inapi).Según se desprende de los documentos publicados hace una década, la Fiscalía indicó que CCU creaba barreras artificiales con la inscripción de marcas de potenciales competidores que podrían ingresar al mercado, como es el caso de Águila, la tradicional cerveza colombiana. En esa ocasión, también se logró una conciliación y CCU renunció a las marcas inscritas en la Inapi.
A nivel local, desde hace seis meses que AB InBev y CCU mantienen relaciones tensas. Las fricciones partieron después de que los belgas abandonaron la Asociación de Productores de Cerveza de Chile (Acechi) por considerar que le gremio no los representa. Esto se debe a que la firma del grupo Luksic comenzó a comprar una serie de cervecerías artesanales, siendo las últimas Volcanes del Sur y Guayacán, lo que le dio mayor presencia en el mercado local.
Sin embargo, la batalla entre AB InBev y CCU trasciende a las fronteras chilenas. En 2021 en Argentina, demandó a los belgas en la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia, lo que implicó sanciones económicas por abuso de posición dominante de Quilmes, una de sus marcas.
Mientras que en Uruguay la filial de CCU en ese país logró en 2017 que se le aplicara una multa a Fábricas Nacionales de Cerveza (FNC), tras una demanda por abuso de posición dominante.
Además, en 2022 en Colombia la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) abrió un pliego de cargos a Bavaria, filial del conglomerado europeo por la misma razón.