CCU rechaza acusaciones de AB InBev y le atribuye propósito de “revancha” por demandas pasadas
Empresa chilena calificó la acción judicial de la compañía belga como un intento “del principal conglomerado cervecero del mundo” para “disciplinar a su único competidor relativamente desafiante”.
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CCU sacó toda la artillería. La empresa de bebidas controlada por el Grupo Luksic y Heineken contestó a la demanda que la multinacional belga AB InBev interpuso en su contra por abuso de posición dominante.
En marzo, la europea, a través de su filial chilena Cervecería Chile, acusó a CCU de haber realizado acuerdos de exclusividad con una serie de locatarios y la llevó al Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC), con un equipo legal liderado por Nicole Nehme.
Con esto, AB InBev esgrimió que CCU habría violado un acuerdo firmado en 2008 junto a la Fiscalía Nacional Económica (FNE).
Ahora, con un escrito de 56 páginas, los representantes de CCU (José Miguel Huerta, Santiago Bravo y Antonia Paul, de Claro & Cía) retrucaron la demanda, pidiendo que ésta se rechace en todas sus partes. Los abogados negaron todas las acusaciones e, incluso, dieron vuelta argumentos contenidos en ellas en contra de la belga.“La demanda no es lo que dice ser; y se nota. Es en verdad un intento reprochable del principal conglomerado cervecero del mundo, AB InBev, por disciplinar a su único competidor relativamente desafiante en la región, CCU”, inicia la respuesta.
Y es que se trata de un conflicto que hace años se viene gestando entre las dos grandes de las cervezas en América Latina y ahora es el turno de Chile como campo de batalla. En territorio nacional, ambas empresas en conjunto ostentan sobre el 95% de la participación de este mercado, según datos de Nielsen que la propia CCU expuso en su demanda.
CCU se quedaría con el 66% del volumen vendido, con marcas como Cristal, Escudo, Heineken y Royal Guard; en tanto, AB InBev ya alcanzaría el 30%, con cervezas como Becker, Budweiser, Corona y Stella Artois.
“Presentó esta demanda buscando revancha por los casos que ha perdido en el resto de la región”, sostuvo CCU en relación a su principal competidora.
Pero la firma chilena acusa que “el tablero de este juicio es mucho más grande (…) en todos los países en que compiten, salvo Chile, AB InBev detenta una posición dominante local superlativa, que incluso llega al 94% en el caso de Colombia”.
Así, los abogados expusieron que en los demás países, la europea también lidera en participación de mercado: Argentina (64,2%), Bolivia (79,6%), Paraguay (67,8%) y Uruguay (83,2%). “Es el mayor distribuidor de cerveza del mundo y cuenta una participación cercana al 30% del mercado global”, reclaman.
“Acto de venganza”
Para sostener su argumentación, CCU puso sobre la mesa multas que AB InBev ya había recibido en otros países, en las que participó como denunciante o parte interesada, por lo que calificó esta arremetida como un “acto de venganza”.
“Presentó esta demanda buscando revancha por los casos que ha perdido en el resto de la región y como un intento más de disciplinar a CCU por formas distintas a la competencia”, disparó.
Con esto, CCU hace alusión a tres hechos. Primero, una multa en torno a US$ 1,5 millón que se le impuso a la belga en Argentina tras una demanda de la chilena junto a otras empresas; segundo, una sanción de US$ 4,8 millones que recibió la filial uruguaya de AB InBev, que fue la tercera aplicada en ese país, y tercero, los cargos que se presentaron en Colombia contra la europea por obstrucción a la entrada de competidores.
También agregó que ha enfrentado procesos similares en Brasil y Europa, aunque CCU no tiene presencia en esos países.
En esa línea, también refutó que AB InBev tenga dificultades para crecer en Chile y presentó una serie de tablas –a partir de datos de Nielsen- que afirman que la participación de esta empresa en el mercado cervecero ha subido de 15% a 30% entre 2008 y 2022.
El avenimiento 2008
CCU también negó directamente haber infringido cláusulas del Avenimiento 2008 y afirmó que “ha implementado acciones positivas y concretas de cumplimiento en materias de libre competencia”.
Entre otras, la compañía aseguró haber estructurado su organización, contratos y prácticas comerciales al Avenimiento; modificado sus contratos con establecimientos; y reformulado un programa de cumplimiento para las exigencias impuestas por el Tribunal.
Además, sostuvo que la FNE ya ha revisado y confirmado, en más de una ocasión, las acciones de cumplimiento. Con todo esto, negó todas las acusaciones de AB InBev, que presentó más de 100 actas notariales de conversaciones con locatarios a lo largo de Chile para justificar su demanda.
“Insistimos. CCU no ha celebrado estos acuerdos; sea de forma verbal, escrita, pública, secreta o de cualquier otra”, dice la contestación.
Como remate, la empresa local también atacó el modelo de negocios de la belga. “CerChile no ofrece un servicio comparable con el que ofrece CCU. Los establecimientos valoran y prefieren a CCU por la calidad de su servicio de atención, asesoría y entrega (…). Los supuestos que AB InBev define como intuitivos no son tales y solo confirman que hace mal las cosas”, contraatacó la firma.