Roccatagliata deja gerencia general de ENAP tras “cumplir con la tarea”
El ejecutivo presentó su renuncia con la convicción de que la petrolera “dejó de ser una carga para el Estado”.
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Luego de más de tres años en la gerencia general de la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP), Andrés Roccatagliata presentó su renuncia al cargo, la que se hará efectiva a partir del 28 de febrero de 2022.
"El directorio agradeció al sr. Roccatagliata por su gestión, que permitió dejar a la compañía en un excelente pie", fue parte de lo comunicado ayer por el presidente de la petrolera estatal, Fernando Massú, a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF).
El ingeniero comercial, quien se desempeñó antes como gerente general de Ripley por cerca de 10 años y tuvo una carrera de dos décadas en Banco Santander, inició sus funciones el 6 de agosto de 2018 luego de que a fines de junio fuera designado en reemplazo de Marcelo Tokman.
Con la "tarea cumplida", el ejecutivo habría tomado esta decisión antes de las elecciones para evitar que su salida se asociara con el futuro presidente electo. Según trascendió, tras su paso en ENAP, se tomará un año sabático.
En una carta dirigida a los trabajadores explica que las razones tras esta "meditada decisión" son de carácter estrictamente "personal" y obedecen a la "convicción de haber cumplido con la tarea que se me encomendó, dejando a la empresa en un muy bien pie para asumir los grandes desafíos que vienen, los que sin duda, representan una enorme posibilidad de crecimiento para ENAP, si se enfrentan de la manera adecuada".
El ejecutivo recordó que al asumir tenía dos objetivos: recuperar el buen rumbo de la empresa y agradecer de esta forma todas las oportunidades que Chile le ha brindado a una familia de inmigrantes de la cual viene.
Dijo que su único norte fue y ha sido aportar a que la estatal se convierta en una empresa más eficiente, proba y con mirada estratégica de futuro. "Hoy siento que ese objetivo, que si bien hay que cuidarlo, y ¡mucho!, se encuentra muy bien encaminado. ENAP dejó de ser una carga para el Estado, aportando utilidades muy importantes, en momentos tan necesarios y difíciles para el país", expresó.
Sin mencionar un episodio en particular, indicó que, pese a los difíciles momentos que les ha tocado vivir, "hemos sido capaces de encauzar todas nuestras energías poniendo siempre en primer lugar el bienestar del país y, por supuesto, el de ENAP".
"Ha sido un gran honor haber sido parte de esta empresa, haberla liderado y con el trabajo de todos dejarla en una excelente posición para enfrentar los próximos 30 años, período en el cual ENAP tiene la misión de alcanzar la carbono neutralidad, siendo además un actor relevante en las energías no convencionales y cumpliendo de manera sólida con nuestro rol estratégico", dijo.
La gestión en cifras
El camino no estuvo exento de dificultades. Al asumir, recibió a la empresa con un endeudamiento de US$ 5.102 millones y con una sobredotación de 4.071 personas, lo que gatilló el diseño de un nuevo plan estratégico. Así, desde el segundo semestre de 2020 la estatal ha tenido utilidades, las cuales al tercer trimestre de este año alcanzaron los US$ 109,9 millones.
Una de las medidas aplicadas que generó gran controversia fue cuando se realizó un severo ajuste que permitió concretar una reducción de 700 personas, la cual comprendió una disminución de un 22% de ejecutivos y directivos y un 5% de los trabajadores. En tanto, a nivel de trabajadores externos la reducción fue de un 95%.
A esto sumó estrictos controles de gastos, mejoras en producción (como cambios en la forma que se compra el crudo) y se puso el foco en inversiones rentables.
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