Juan Antonio Guzmán Molinari es una de las personas que más sabe sobre energía en Chile. Ingeniero Civil de la Católica y Doctor de la Polytechnic of North London, este exitoso empresario y consejero de la SOFOFA tuvo la responsabilidad de presidir la Comisión Asesora para el Desarrollo Eléctrico (CADE), la cual entregó hace unos meses sus recomendaciones al Presidente Piñera. Sólido en sus argumentos, proyectivo en su análisis y claro a la hora de traducir la complejidad de los aspectos técnicos que involucra una política energética, se hace un tiempo para conversar sobre estos temas con Diario Financiero, precisamente en un momento clave en materia energética, especialmente tras la pausa que puso Colbún a Hidroaysén y la seguidilla de críticas que han surgido en torno a la falta de certidumbres en materia energética.
-¿Hasta qué punto la comisión que tú formaste ha tenido la repercusión que ustedes creyeron que debía tener?
-Primero, la comisión no la formé yo. Esa es una comisión cuya génesis e integrantes definió el entonces ministro de Energía, Laurence Golborne, por supuesto con el presidente Piñera. A mí me pidieron integrarla y que actuara como un coordinador de trabajo.
Ahora, qué rescataría yo. Primero que es una iniciativa muy importante, donde el gobierno toma la decisión de enfrentar un problema que no le va a afectar, porque este es un problema para el año 2017, 2018. Eso hay que destacarlo, porque no todos los gobiernos son capaces de tomar acciones que en definitiva tienen costo. Fueron seis meses de trabajo bien largos y bien intensos. Y en definitiva se logró entregar un informe que yo diría es bastante completo, bastante técnico, yo te diría que es un trabajo bien serio.
-¿Qué hay de eso que realmente se haya implementado? Porque mi gran pregunta es si existe de verdad una política energética en este gobierno, que es lo que se está criticando
-Nuestro informe y los de otros se traducen en esta estrategia de desarrollo energético que el gobierno entrega en el mes de febrero con la presencia del Presidente Piñera y del ministro Álvarez. Dicho lo anterior el informe se refiere a cuáles son las acciones recomendables respecto de lo que hay que hacer para tener una matriz energética que dé seguridad de abastecimiento, de eficiencia económica y, de sustentabilidad, simulando los efectos que van a ocurrir.
La filosofía de la política energética que estaba en la actual legislación, ha permitido la inversión de miles de millones de dólares, la ampliación de las fuentes de generación, de la transmisión y la distribución, ha permitido enfrentar situaciones súper críticas. Entonces, si este modelo durante 30 años ha permitido que el país tenga energía disponible, lo que hay que hacer es perfecciónalo, pero siguiendo en esa línea. Eso es un primer elemento, por lo tanto política energética hay.
Ahora, hay que tomar acciones en distintos ámbitos, en el de las regulaciones, de las normativas, de los reglamentos y eventualmente en el ámbito legislativo puede que haya que hacer modificaciones legales, apurar algunos proyectos de ley que hoy día están en el parlamento, a lo mejor dictar otras que permitan tomar las medidas que permitan agilizar el desarrollar nuevas fuentes de energía, mejorar los sistemas de distribución en términos de una mayor competitividad y un mayor acceso, perfeccionar el sistema como se genera la necesidad de transmisión.
Un problema de “expectativas”
-Cuando se lanzó el informe del CADE, daba la sensación de que las cosas estaban bien encauzadas. ¿Qué pasó entre noviembre y ahora, que varios empresarios señalan que no hay un plan energético, que estamos en crisis, que hay que hacer algo urgente?
-Yo prefiero opinar sobre las materias técnicas y no sobre las materias políticas, porque no me corresponde ni tengo la formación para hacerlo. Yo creo que aquí en el fondo se crearon expectativas respecto a un informe que se hizo en noviembre y que de alguna manera fue refrendado de manera importante por el documento del gobierno y se esperaban ciertas acciones que dieran la señal de que efectivamente estábamos aterrizando esta recomendación. Y eso no ocurrió.
-Y se gatilla lo de Colbún
- Yo no he hablado con la gente de Colbún, pero lo encuentro razonable. No lo veo como una presión al gobierno, sino que lo veo simplemente como que están diciendo que los empresarios pueden tomar riesgos, pero no pueden trabajar con incertidumbre, y yo creo que mientras no exista esa señal que diga ‘mire, por aquí vamos a ir, yo simplemente pongo una pausa.
Eso yo lo interpreto como una prudente y razonable espera en relación al aterrizaje de ciertas medidas que han sido recomendadas por una comisión técnica y por otros, y que además ha sido recogido en la estrategia de desarrollo del gobierno.
-¿Puede haber influido el número de cambio de ministros?
-Influye el cambio de autoridades, particularmente la última, que yo creo que era como el minuto en que empezaba el aterrizaje. Yo creo que el ministro Bunster es una persona que tiene mucho conocimiento, es muy capaz y creo que él está enfrentado a llevar adelante el aterrizaje, pero claro no se le puede pedir que en uno o dos meses se haga lo que no se ha hecho en años. Creo que esto lo va a hacer en un plazo razonable de tiempo.
-¿Cuál cree que es la señal que el mundo empresarial está esperando?
-Es bien difícil eso. Los empresarios son un conjunto de personas bastante disímiles, por lo tanto no se puede hablar de ‘los empresarios’.
Pero yo puedo contestar a título personal, que una clarificación necesaria es el tema de la transmisión y no sólo veo el tema de la carretera eléctrica, sino también las transversales que van a permitir allegar energía renovable no convencional de minihidro, porque hoy día muchos de los proyectos de minihidro están en pausa también por razones de que la transmisión resulta ser la mayor dificultad en términos de conectarse a la red por costos, por el tema de conseguir la servidumbre, etcétera. Yo diría que ese es un problema que debiera ser una señal poderosa.
Lo otro es el tema que hablaba antes de la territorialidad del medioambiente y también abrir el tema de la mayor información y participación. Ojalá no sea una y sean varias, pero ahí le nombro las tres o cuatro que darían tranquilidad no sólo a los empresarios, sino que darían tranquilidad también a los sectores que son más medioambientalmente sensible y también a la comunidad en general.
Y en esto hay una cosa que nosotros recomendamos también y que me permito mencionar, que es lo relativo al tema comunicacional.
¿El Estado en los proyectos?
-¿Qué opinas frente a la idea de que sea el Estado quien se haga cargo de estos mega proyectos, como la Corfo antigua?
-La empresa nacional de la carretera eléctrica…
-Que sea el Estado el que tome un Hidroaysén e invite a privados a participar…
-Mira, yo creo que el Estado tiene que intervenir y tiene que participar. Donde está el punto de discusión es de qué manera participa y de qué manera interviene, y eso yo diría que es una manera que no es de ortodoxia religiosa, o sea, si la forma más expedita que existe es que de alguna manera, por ejemplo, lo que es las franjas de servidumbre las constituye el Estado y después licite la construcción de la línea, yo no le encontraría nada de heterodoxo, yo creo que eso es perfectamente factible. Ahora, si tú me dices que el Estado va a constituir una empresa, que va a construir, yo ahí tendría claramente reservas y reparos porque creo que el Estado no es competente.
-Podría ser una alternativa que, al igual que el sistema de concesiones, el Estado arme un proyecto y lo licite para ser operado por privados?
-Es una alternativa. Ahora, lo importante es que puede haber alternativas mejores y peores, puede haber algunas en que el Estado intervenga menos o intervenga más. Ahora, yo creo que dada la importancia que tiene el tema energía para el funcionamiento de país y dada yo diría la urgencia de que a esto se le dé un inicio, un puntapié inicial, debe hacerlo, a lo mejor no hay que buscar la solución que sea la óptima, hay que buscar la solución que se pueda hacer.
-Bernardo Larraín ha dicho que esperan que su decisión ayude a abrir un debate amplio para lograr consensos sobre lo que queremos los chilenos en materia de energía. ¿Quién sería el llamado a moderar un debate como ese?
-Bueno, yo creo que deben participar todos, gobierno, parlamento, el mundo de la academia, las organizaciones gremiales que son afines, como el Colegio de Ingenieros, ojalá la mayor participación de actores. Por supuesto, también los movimientos ambientalistas más o menos radicales, yo creo que hay que hacer una participación. Ahora, quién lo debe liderar yo creo que claramente es la autoridad. Yo creo que lo han hecho, el hecho de formar la comisión, de tener un informe de calibre que tiene, de haber sacado y recogido de este informe y de otros una estrategia. Lo que le falta ahora es aterrizar y probablemente por razones que yo no voy a calificar se ha demorado o se consideró que se demoró más allá de lo razonable. La pausa de Colbún fue importante, porque de alguna manera dice ‘sabe qué más, necesitamos que en definitiva se abra este debate, se discutan las distintas alternativas o iniciativas y se tome el curso de acción’.
-Partiendo la entrevista dijiste que este gobierno formó la CADE pensando en el futuro, pero da la sensación de que debe hacer algo más en los dos años que quedan para que este tema quede resuelto antes de la próxima campaña electoral.
-A ver, mira, primera cosa, yo insisto en un punto que dije antes que es el tema comunicacional, o sea aquí es necesario de alguna manera hacer que la gran masa ciudadana entienda un poquito más el tema y yo creo que también es necesario a nivel de sistema educacional, que el tema energía sea un tema que se entienda por los estudiantes, no porque los estudiantes vayan a incidir o no, sino porque es un problema de cultura imprescindible. Pero además te diría que hay ambiente, no sé si en el 100%, porque tener el 100% de apoyo no es posible, pero hay una cierta mayoría a nivel político, tanto de gobierno como de oposición y particularmente en el parlamento, de personas que están conscientes de que es un problema país, que es un problema en el que es necesario tomar acciones y que se va a conseguir el acuerdo. Se consiguió y yo creo que hay que hacer un gran reconocimiento a Jorge Rodríguez Grossi con las leyes cortas, que es un ejemplo de una necesidad bastante imperiosa en ese minuto de hacer modificaciones a un sistema que no estaba operando. Yo pienso que ahora debiera ocurrir lo mismo.
"Las minorías no tienen derecho a veto"
Señala respecto a quienes se oponen a la construcción de megaproyectos energéticos
Es partidario de que a quienes están contra los proyectos se les pida responsabilidades si el país no se desarrolla.
Juan Antonio Guzmán señala que nunca se va a conseguir una política de desarrollo energético que tenga el 100% de aprobación por parte de la ciudadanía, "lo que tienes que conseguir es un apoyo ojalá lo más mayoritario posible, pero claramente si hay una mayoría que estamos de acuerdo en que éste es el camino, hay que seguir y hay que aceptar que exista disidencia", explica.
Partiendo por esa premisa, agrega que hay otros dos temas que son claves a la hora de enfrentar la participación ciudadana en estas materias: tener claridad de que hay que perfeccionar los sistemas de evaluación medioambiental y también contar con definiciones territoriales que clarifiquen donde se puede construir una central o una línea de transmisión.
-Pero, ¿qué hacemos frente a estas peticiones ciudadanas para que no exista Hidroaysén, Castilla ni Barrancones?
-Creo que hay que mejorar y perfeccionar los sistemas de participación ciudadana, tiene que ser canalizada de una manera mucho más abierta, más participativa y con mayor información.
Ahora, eso no significa derecho a veto, como algunos creen. Si hay un grupo que se oponen a determinada cosa, pero la mayoría del país ha optado por un desarrollo energético de forma mayoritaria, tienen todo el derecho a opinar y a hacer aportes que sean positivos, pero no tienen derecho a veto, no pueden las minorías imponerse a las mayorías y, lo que es peor, sin tener consecuencias respecto de sus acciones en relación a la no construcción de centrales.
Segundo, si se imponen determinados criterios por un sector de la población y éste tiene consecuencias de perjuicio en relación al desarrollo económico del país, no pueden no tener ningún tipo de responsabilidad.
Siendo yo un gran partidario de las energías renovables, veo que hay expertos y gente del mundo medioambiental, que muchas veces con buena fe pero con desconocimiento técnico, dicen que van a reemplazar las energías de hidroelectricidad y termoelectricidad por estas energías renovables. Y ¿qué pasa si no resulta, qué responsabilidad asumen las personas que quieren imponer un determinado criterio y eso no resulta?. Eso para el país es gravísimo. Al revés, uno puede decir, y qué responsabilidad tienen los otros, bueno, la responsabilidad de que en los últimos 100 años las energías tradicionales, hidroelectricidad, termoelectricidad, han funcionado, de hecho funcionan.
Si la oposición de proyectos se impone nos quedaremos con el parque de generación que existe
El costo de la energía depende de que se construyan más centrales.
-En el futuro inmediato tenemos que apretarnos los pantalones por lo que viene?
-No, y ese es un tema que también yo creo que es importante tocar, el tema del costo de la energía. Nosotros hoy tenemos una energía cara porque se ha producido una serie de fenómenos que han contribuido a que eso sea así y hay que buscar la forma ojalá de implementar lo más rápido posible estos proyectos que van a permitir abaratarla.
Ahora, por qué se ha producido esto. Primero, porque la matriz energética tuvo que cambiarse tras la salida del gas argentino e incorporar centrales a diésel, con el agravante de que el petróleo subió mucho.
Segundo elemento, hemos tenido años secos y la relación energía hidráulica-energía térmica se desbalanceó hacia lo término. Y tercero, para hacer esta tormenta perfecta de la carestía, están los proyectos se han atrasado. Yo creo que si tenemos una hidrología normal, si empiezan a operar centrales atrasadas y si se desarrollan en el mediano plazo centrales hidroeléctricas, vamos a tender a un precio de equilibrio en el mediano a largo plazo, la mitad de lo que tenemos hoy día.
-Si hubiera más competencia sería más barato?
-En teoría debería ser así, pero para que haya más competencia tienes que dar la facilidad para que se puedan construir centrales. Si los que hoy día están ya tienen dificultades e incluso dudan en continuar adelante, como es el caso de Hidroaysén, ¿cómo le vas a pedir a un actor que nunca ha estado acá que invierta?.
-¿Hoy día hay competencia en generación?
-Pero por supuesto que hay.
-Hay quienes dicen que no y que de ahí los precios.
-Sí, pero eso no tiene fundamento. Hoy día tú tienes un montón de variedad de actores. Ahora, y en esto hay que ser bien franco, si este sistema de oposición y acciones de paralización de proyectos se imponen, tú te vas a quedar con el parque de generación que existe y si te quedas con el parque que existe vas a mantener una energía cara. Y si tú estás dentro del sistema y la energía es cara, ganas más plata, por lo tanto aquí lo que hay que hacer a efectos de crear esa mayor competencia, a efectos de inducir la caída de los precios es permitir que se puedan hacer más centrales, nuevas centrales y ojalá nuevos actores. Oye, si esta es la ley de la oferta y la demanda.