Buena parte de lo recaudado con la venta del 51,77% de Indura de parte de Invesa (Inversiones y Desarrollos Ltda.), el brazo de inversiones de Pablo y Hernán Briones y su madre, Silvia Goich, ya tiene un objetivo: pagar parte de la deuda bancaria que esta sociedad mantiene con el sistema financiero, por una suma que bordearía los US$ 500 millones, según fuentes cercanas al clan familiar.
Se trata de una deuda que habría tomado el grupo en 2006 cuando adquirió el 41% de Indura, con el cual sumaron el 82,2% de la propiedad. En esa oportunidad asumieron un crédito financiero, donde el banco agente fue el BBVA. Sin embargo, hoy la deuda estaría consolidada en un sólo crédito con el banco Itaú, donde además se agregó otro porcentaje importante de deuda (casi la mitad, según entendidos) que Invesa adquirió para comprar la participación de las hermanas Anita y Loreto Briones, en febrero pasado, cuando la familia decidió separar sus inversiones e Invesa se quedó en manos de Hernán y Pablo Briones y su madre, Silvia Goich.
La reestructuración
La decisión de separar aguas venía desde hace al menos un año atrás, pero finalmente se materializó a comienzos de este período, cuando los hermanos Briones tomaron rumbos distintos. Por un lado, las hermanas salieron de Invesa, sociedad que agrupa las inversiones familiares en Indura, Cementos Bío Bío, HBC y H Briones y se quedaron con una participación directa en Cementos Bío Bío, al traspasarse parte de los títulos que Invesa mantenía en dicha empresa. Así de los poco más de 120 millones de acciones que tenían en total, alrededor de 50 millones de acciones fue destinada a la sociedad integrada por ambas, ALB SA, lo que equivale al 19,03% de la propiedad de la cementera y el resto, es decir, cerca de 70 millones de acciones equivalentes al 26,42% de Bío Bío, se quedó en manos de la nueva estructura de Invesa. Luego, los hermanos Pablo y Hernán Briones Goich, al igual que su madre Silvia Goich, aumentaron en forma proporcional su participación en Invesa.