Los investigadores jóvenes y el “Valle de la Muerte”

En el libro titulado "The Politics of Innovation", el autor revisa las medidas en materia de Ciencia, Tecnología e Innovación (CTI) de numerosos países en las últimas décadas, y hace una proyección de los países que lograrán dar un salto importante en CTI en los próximos años. En esta proyección, Chile es clasificado en la categoría de "potenciales decepciones".

Un tema de la mayor relevancia para que el país avance en CTI es el aprovechamiento de los talentos humanos formados en la investigación científica. No obstante, el tema de la inserción laboral de los científicos jóvenes, un aspecto crítico del sistema en nuestro país, sigue siendo ignorado, incluso apareciendo una que otra crítica hacia una preocupación al respecto. ¿Quién ayuda a estos científicos, tanto a los que regresan del extranjero como los que se forman en Chile, a superar su "valle de la muerte"?

En la investigación científica, una intervención decidida del Estado se justifica plenamente por diversas razones. Preocuparse por la responsabilidad del Estado en materia de inserción de científicos jóvenes no es solo justificado, sino que además necesario, ya que el país realiza un esfuerzo financiero y administrativo importante para formar a miles de científicos jóvenes. Preocuparse por la situación laboral de ellos no significa demandar una "bolsa de empleo", y plantear una crítica en esta dirección sería errado e injustificado. El país necesita vincular el fomento de la ciencia con mecanismos que permitan aprovechar nuestros talentos humanos. Fomentar una mayor inserción de científicos jóvenes en el sector productivo, vincular una eventual política de centros de investigación con la inserción de investigadores jóvenes, e innovar en la forma en que se asignan los recursos para la investigación, son ejemplos que no implican ni una bolsa de empleo ni menos que el Estado asegure "alternativas específicas".

Por otro lado, si bien "The Politics of Innovation" habla de la importancia de las redes internacionales para fomentar la ciencia y la innovación, la solución al problema de la inserción no puede pasar únicamente por flexibilizar el retorno de quienes se forman en el extranjero. Esta medida tendría sentido solo si en Chile contamos con capacidades significativas para aprovechar las redes que puedan generarse, y dentro de estas se encuentra la capacidad de insertar tanto a quienes desean o deben retornar a Chile por razones diversas como a quienes se forman en el país.

El desafío del mejor aprovechamiento de nuestros talentos científicos, es uno que debemos resolver de forma urgente, para evitar que Chile se quede en la lista de las potenciales decepciones en ciencia e innovación en las próximas décadas, y debe formar parte explícita de las responsabilidades que se entreguen al eventual Ministerio de Ciencia y Tecnología.