Chile necesita menos gerentes y más programadores
Hay miles de personas que aún no saben utilizar herramientas tecnológicas lo que les permitiría automatizar sus procesos, liberando tiempo valioso para tareas de mayor valor.
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Recientemente vimos cómo nuestro país disminuyó su clasificación de riesgo, lo que sumado a los bajos números de crecimiento y alto desempleo, hacen urgente aumentar nuestra productividad junto con desarrollar industrias y empresas que vendan productos y servicios más innovadores que los ya conocidos commodities que hasta ahora han sustentado nuestra economía.
Lo anterior, lo podemos lograr desarrollando equipos de trabajo que, a nivel transversal al interior de una organización, integrando a quienes tienen roles comerciales, operacionales o comunicacionales, entiendan las bases de las tecnologías digitales y cómo ellas están transformando el mundo de hoy, particularmente a un nivel que alcanza a la gran economía, a las empresas y a las preferencias del consumidor.
Sin embargo, en la actualidad muchas empresas no se han embarcado en una transformación digital, descartando las mejoras que ésta conlleva, y que en Chile lamentablemente sólo se relacionan a grandes empresas. Junto a ello, también hay miles de personas que aún no saben utilizar herramientas tecnológicas, como crear una macro en Excel, lo que les permitiría automatizar sus procesos, liberando tiempo valioso para tareas de mayor valor.
Sumado a esto, y a diferencia de valiosas empresas del mundo como Apple, Microsoft, Facebook o Amazon, donde todas son lideradas por gerentes versados en tecnología, en Chile son pocos los gerentes que saben programar, y peor aún, los departamentos TI son posicionados como entes aislados, sin mayor relevancia en la toma de decisiones estratégicas, e incluso considerados como un área de apoyo para, por ejemplo, cuando no funciona Internet, también conocidos como "Mesa de ayuda".
Detrás de ello podemos observar una carencia a nivel nacional donde la programación no está presente en las mallas curriculares del Ministerio de Educación, casi ningún colegio enseña a programar a sus alumnos, y las universidades no han sido suficientemente rápidas en desarrollar carreras específicas o nuevos contenidos en el tema, ni en atraer la cantidad de estudiantes que se necesitan. En tanto las empresas tampoco están capacitando a sus empleados.
Muchos olvidan o desconocen que un programador se puede transformar en un creador de ilimitadas soluciones dado su enorme potencial de responder a casi cualquier problema de cualquier rubro, donde el único límite es la imaginación. Asimismo, si jefaturas y áreas de negocios manejasen la lógica básica de la computación, podrían entregar lineamientos más específicos, generando soluciones de mejor calidad y a la vez, desarrolladas en menor tiempo, mejorando así la competitividad de la empresa.
Chile deberá trabajar en tener menos gerentes y más programadores y expertos en tecnología, donde los centros de educación y las organizaciones tendrán un rol clave para aumentar sustancialmente su capacitación y enseñanza en torno a la programación, y lo cual nos ayudará aumentar no sólo nuestra productividad y capacidad de innovación, sino además a volver a ser un país que esté en la senda del desarrollo.