Lee Kun-hee, anunció que abandona la presidencia del grupo
surcoreano Samsung tras haber sido procesado la semana pasada por evasión de
impuestos.
"Pido perdón por la preocupación generada a causa del
problema de la investigación especial y me haré cargo de toda la
responsabilidad legal y ética de los cargos", ha señalado Lee en una rueda
de prensa televisada.
"Hoy me retiraré como presidente de Samsung",
concluyó el presidente del primer conglomerado empresarial surcoreano, que podría
ser condenado a cinco años de cárcel por los cargos de los que se le acusa. La
semana pasada, un fiscal independiente acusó formalmente a Lee, de 66 años, de
evasión fiscal y prevaricación, al término de una investigación de tres meses
por supuestas prácticas de corrupción en la empresa, responsable del 20% de las
exportaciones de Corea del Sur.
El fiscal, Cho Joon-Woong, acusó a Lee y a otros nueve
directivos de esa empresa de evadir 114 millones de dólares en impuestos, pero
los absolvió del cargo de soborno y decidió no detener al directivo por
posibles problemas para la economía surcoreana. El caso se abrió a raíz de las
denuncias de un ex asesor de la compañía, Kim Yong-chul, quien aseguró que el
conglomerado tenía un fondo multimillonario bajo cuentas falsas para facilitar
la transferencia del control de la empresa al hijo del presidente, Lee
Jae-yong.
La investigación del fiscal especial concluyó que Lee
Kun-hee tenía 4.600 millones de dólares ocultos en cuentas de otros ejecutivos
de la empresa. El presidente de Samsung dijo además que su hijo dejará el
puesto de directivo en Samsung Electronics para dedicarse a abrir mercados
extranjeros para el grupo y que su esposa, Hong Ra-hee, dimitirá también como
la directora del museo Leeum.
La reacción bursátil de Samsung Electronics ha sido al alza.
Sus títulos rebotaron un 0,15% tras conocerse la dimisión de su presidente. Sin
embargo algunas de sus filiales sufrieron fuertes descensos. Samsung
Engineering cedió un 3,95% y Samsung Fire & Mare Insurance recortó un
3,30%.