Brotec Construcción remata estratégico terreno desde $ 500 millones en medio de reorganización

A casi dos años de haber iniciado su proceso de reorganización, tras paralizar el 90% de sus operaciones y anotar importantes pérdidas por el Covid-19, el jueves 27 de enero la empresa Brotec Construcción SPA liquidará uno de sus últimos bienes inmuebles. Esto, para hacer frente a una deuda que -según la última acta de la junta de acreedores- asciende a los $ 14.174 millones.

Se trata de un terreno de 47.850 m2 ubicado en la intersección de las autopistas Costanera Norte con Américo Vespucio, que será liquidado a través de Remates del Río.

El gerente de la compañía de subastas, Nicolás del Río, cuenta que la puja partirá en $ 500 millones y, pese a que no han estimado cuánto dinero podría implicar el precio de remate, saben que es un evento importante ya que se trata de un terreno de casi 5 hectáreas que cuenta con una ubicación estratégica, según dice del Río, pues está emplazado a metros del Aeropuerto Internacional Arturo Merino Benítez, en Pudahuel.

De acuerdo al gerente, el sector cuenta con otras edificaciones relacionadas al área portuaria, como hoteles y estacionamientos, por lo que independiente del uso que se le dé a futuro, el paño “podría resultar muy interesante para cualquier actividad complementaria a al aeropuerto, así como algunas partes que podrían ocuparse para el área industrial”.

La liquidación corresponde al tercer remate online realizado en el marco del proceso de quiebra de Brotec Construcción. El primero de ellos se llevó a cabo entre el 7 y 8 de octubre de 2021, y se subastó maquinaria, contenedores, herramientas y otros insumos, que lograron recaudar una suma cercana a los $ 3 mil millones. La segunda instancia, en tanto, se desarrolló el 16 de diciembre y logró una cifra de $ 130.660.000 a partir del remate de maquinaria ubicada en Melinka y Aysén.

“En el primer remate liquidamos bienes que se encontraban en Coyhaique, Santiago, y Juan Fernández. Estuvimos más de 16 horas y eso permitió que pudieran ingresar muchas empresas constructoras y distintas personas que estaban en distintas partes de Chile”, relata Del Río.

Y es que, según cuenta, el proceso no solo atrae a los interesados por su modalidad online que, entre otras cosas, permite el anonimato de los compradores, sino que también les permite sortear obstáculos como los tiempos de espera a los que sí está afecto el mercado, por los problemas de logística propiciados por la pandemia.

Interés por terrenos

Según señala Del Río, gran parte del interés tiene relación con la disponibilidad de materiales de construcción que resulta una solución para aquellas empresas que “tienen un contrato firmado y que no puede activar porque no tiene la máquina necesaria”.

“(En los remates anteriores) hubo productos que tenían tres o cuatro años y se vendieron muy cerca de los valores comerciales porque actualmente la entrega de estos puede ser de seis, ocho o 10 meses”, cuenta.

En cambio, a través de esta modalidad -dice- una vez adjudicada la subasta, el pago debe hacerse dentro de 48 horas, y la entrega de la compra se concreta en menos de una semana.