Una bolsa en la que las acciones se transan a los mejores precios vigentes y en igualdad de condiciones para todos los inversionistas. Ése es uno de los objetivos que persigue casi toda la regulación que ha sido publicada en el último tiempo por parte de la superintendencia de Valores (SVS) y cuyo campo de aplicación son los mercados.
Pero hay un tipo de operaciones, que están dentro del marco legal, pero que muchas veces burlan las características base de una transacción bursátil: las operaciones externas (OE), las que se realizan principalmente a través de la Bolsa de Comercio (BCS), con 20% del total transado en el mercado (Bolsa Electrónica más BCS), y con un porcentaje similar en lo que va de este año. Su particularidad: nadie interfiere en ellas. Es decir, no hay una búsqueda del mejor precio ni traders que se “peleen” las acciones. Simplemente, las transacciones se hacen.
¿De cuánto estamos hablando? El año pasado llegaron a $ 3,5 billones en la BCS y $ 21.299 millones en la BEC, mientras que hasta abril de 2016 suman $ 1 billón y $ 10.026 millones, respectivamente.
Uno de los ejemplos emblemáticos son las -aún son recordadas en el mercado- OE que se hicieron en febrero de 2013, con las acciones de Santander. Más de 93 transacciones -o “palos”-, se realizaron el mismo día. En total, fueron unos 2.900 millones de papeles negociados, lo cual representó poco más de $ 100 mil millones. Todo esto, a la misma hora: 14:21:44.
Qué son las OE
Las OE se caracterizan por el uso de un terminal -que permite transar en el mercado-, el cual es “arrendado” por el cliente de una corredora. En su origen, este servicio estaba pensado para que tanto inversionistas extranjeros como institucionales pudieran operar directamente en la bolsa.
Pero lo cierto es que, actualmente, el espectro de clientes se ha expandido, ya que principalmente se debe cumplir con ciertas condiciones de solvencia y administrativas.
Para Eduardo Muñoz, presidente de Nevasa, los operadores directos, más que funcionar como un empleado de la corredora, es un “asociado”, ya que trabajan con los clientes de la misma intermediaria y que son autorizados por ésta. Claro que una de las características de los contratos que se firman es que la corredora se hace responsable “frente a terceros por las ofertas y operaciones que se realicen en el sistema”. Teniendo en cuenta lo anterior, y para tomar resguardos, es que las intermediarias limitan los montos de las operaciones que pueden realizar estos terminales, “así como que no pueden comprar o vender nada que no esté en custodia”, dice Muñoz.
Además, para velar por la transparencia operan con un libro de órdenes independiente al que tiene la intermediaria.
Al ser consultada, la SVS señaló que no se refiere a operaciones del mercado.
"La SVS sigue analizando el proyecto"
Otra de las cuestionadas, por su baja difusión, son las OD, las cuales fueron ampliamente nombrados en la investigación del Caso Cascadas.
Es por ello que en julio de 2014, la Bolsa de Santiago envió a la SVS el proyecto de Circular Reglamentaria que contiene modificaciones a la normativa y operación bursátil. Pero, a la fecha "la SVS sigue analizando ese proyecto de circular", comentó el gerente general de la BCS, José Antonio Martínez. La propuesta consistió en diferenciar el tratamiento de las OD para las acciones de alta presencia con las de baja presencia, permitiendo en el primer caso el ingreso y calce de órdenes independientes de un mismo corredor, y en el segundo ampliando los tiempos de difusión y rebajando los límites sobre las cuales se puede realizar una OD.
¿Qué son las OD y OE?
Orden Directa (OD)
Es la transacción bursátil efectuada en rueda, en que un corredor actúa al mismo tiempo como comprador y vendedor del valor.
Las operaciones se realizan con un monto máximo de 30 mil UF, teniendo como un tiempo mínimo de difusión de 30 segundos, pero además, si el precio de la OD es mayor que la compra y venta vigentes no tiene obligación de difusión.
Orden Externa (OE)
Es aquella operación en el mercado donde la transacción la realiza un agente que sin ser un corredor tiene un terminal. Entre las características de estas operaciones es que se hacen sin difusión.
En su origen, este servicio estaba pensado para que tanto inversionistas extranjeros como institucionales pudieran operar directamente en la bolsa.