Disputa entre Isapres y Mutuales pone en jaque continuidad de las Licencias Médicas Electrónicas
Aseguradoras acusan que al año tienen que desembolsar cerca de $ 25 mil millones en licencias que son de origen laboral.
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Literalmente, es una diferencia del cielo a la tierra. Porque tener que llevar una licencia médica al empleador, cuando se está enfermo, y que más encima recién ahí comience la espera para saber si ésta será aprobada o rechazada, puede ser un suplicio; especialmente, si se sabe que está disponible el sistema para que un lector de huella digital -en la misma consulta del médico- haga todo ese proceso.
Bueno, el asunto es que la licencia médica electrónica (LME), que entró en vigencia hace diez años, está en peligro.
Esto porque las Isapres acusan que el hecho de que las Mutuales de Seguridad no sean partícipes del sistema de LME ha implicado que los doctores no puedan marcar, de forma electrónica, una enfermedad como “laboral”. Y eso, tiene como efecto que tanto ellos como Fonasa, deben asumir los costos de las patologías que son de origen laboral.
Los costos son millonarios. Desde las aseguradoras privadas calculan entre $ 18 mil millones a $ 25 mil millones lo que al año tienen que desembolsar por licencias médicas laborales.
Teniendo en cuenta lo anterior, desde la Asociación de Isapres indican que las Mutuales de Seguridad, al “resistirse” a entrar a este sistema, pueden provocar el fracaso del mismo.
“Es importante tener buenos mecanismos de control para evitar que, en definitiva, el sistema se deje de utilizar”, comentó el presidente del gremio, Rafael Caviedes.
Además, desde las Isapres sostienen que esta deficiencia ha llevado a que Chile sea mencionado como uno de los países que tiene la menor tasa de enfermedades de origen laboral, “y eso no es porque seamos mejores que los países desarrollados, sino porque las enfermedades comunes, de origen laboral, están siendo en gran parte resueltas por Fonasa o las Isapres”, añadiendo que, por lo tanto, es un tema que hay que trabajar y desarrollar.
Mutuales: no depende de ellos
Pero las Mutuales no se quedan calladas y acusan a las Isapres de “un profundo desconocimiento” de cómo opera el sistema.
Según el presidente de la Asociación de Mutuales, Ernesto Evans, lo que dicen las aseguradoras “es que las Mutuales se resisten a sumarse a las LME, pero eso no es verdad, para nada nos resistimos, pero la responsabilidad del sistema no es de las mutuales”.
En este sentido, explica que cuando se creó el sistema, en 2007, en su origen fue pensado para las licencias que se llaman “tipo 1” (o la de patologías comunes) y en el caso de la licencias tipo 5 y 6 (las laborales) aún no existe la opción en el sistema, “y ahí, eso no es responsabilidad de las mutualidades, ya que nunca nos hemos opuesto”.
Pero eso no es todo
Para demostrar el interés en que sean incluidos, Evans indica que desde hace unos meses participan en una mesa técnica los integrantes del gremio junto a la Superintendencia de Seguridad Social (Suseso), con el fin de ver “la forma de poder incorporarnos al sistema”.
“Tiene que articular el Gobierno con las Isapres, con el sistema de mutualidades, con Fonasa, entre otros, para que exista un ambiente tecnológico que permita esto”, añadió el presidente del gremio de las Mutuales de Seguridad.
Y como asociación van más allá, aprovechando de hacer un reclamo, ya que aseguran que ellos también tienen que responder por atenciones primarias que muchas veces no les corresponde, denunciando con ello que los hospitales públicos tienen una deuda acumulada con este sector que supera los $ 30 mil millones.
Las características de las licencias electrónicas
Pese a que durante el 2006 comenzaron a publicarse las normativas para las Licencias Médicas Electrónicas (LME) recién en marzo de 2007 se hizo efectivo el uso del sistema.
En el caso particular de los cotizantes de Fonasa, el marco jurídico se encuentra vigente desde el 03 de octubre de 2011.
El proyecto tiene como objetivo facilitar el proceso de otorgamiento y tramitación de las licencias médicas mediante el uso de tecnologías de la información, proporcionando de esta forma múltiples beneficios a los distintos actores vinculados al proceso.
Actualmente, los servicios derivados del sistema de licencias médicas electrónicas son proporcionados por operadores privados, entre ellos I-Med y Medipass.
Para acceder a dichos servicios, los profesionales de la salud, prestadores, empleadores y entidades encargadas de otorgar las licencias deben adscribirse al sistema de forma voluntaria y suscribir los respectivos convenios de prestación de servicios.